¿Crees en la magia? Este episodio acabará por demostrarte que es real de la mano de uno de los mejores ilusionistas de México. Víctor Castañeda es una de esas personas que decidió hacer caso omiso a quienes le decían “no puedes vivir de esto” y acabó atendiendo el llamado de su verdadera vocación. Ahora, Víctor llega a Dementes para enseñarnos a escuchar nuestra vocación, abrir un camino que parecía inexistente y la manera de estructurar un negocio.
Víctor Castañeda es un conferencista y showman mexicano experto en ilusionismo y mentalismo. Es egresado de la Universidad Anáhuac y CEO de Imagic Group y tiene una carrera de más de 15 años realizando conferencias y espectáculos para empresas.
En sus conferencias, Víctor utiliza sus talentos para ayudar a equipos de trabajo a romper esquemas tradicionales y motivarlos a pensar de manera distinta. Entre sus clientes se encuentran marcas enormes como Coca Cola, Bayer, BBVA y American Express.
Víctor es considerado como un Líder del Futuro por la revista Líderes Mexicanos y es el único mentalista en ganar un premio Metro, de la Academia Metropolitana de Teatro.
En este episodio hablamos sobre:
-Encontrar el camino para vivir de tu pasión
-Cómo arrancar y estructurar un negocio
-La magia como forma de comunicar
-Que tu trabajo hable por ti
-El papel de la suerte
-Atraer trabajo con más trabajo
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Diego: Bienvenido, Víctor. Gracias por estar conmigo. No sé si tú sepas, pero a mí me gusta mucho la magia. Yo de chico llegué a estar en clases, mi esposa me echaba mucha carrilla, pero es algo que cada que veo alguien que hace cosas de magia, de ilusionismo, mentalismo y demás, me emociona, me pone muy nervioso, porque como en esta onda de “quiero que si le salga”, entonces me entra el nervio de y si no, y tal. Pero bueno, ver gente que lo está haciendo al nivel que tú lo haces a mí me ilusiona y digo, wow, qué padre, qué padre que sí se puede. Y a lo mejor es lo que digo, “bueno, pues algún día pude haber ido hacia ese camino”, y entonces vivo a través de gente como tú. Entonces, bueno, gracias por estar. Y lo primero que quiero saber justo es esto, el tema de por qué dedicarte a esto y cuándo encontraste que sí te puedes dedicar a eso, porque una cosa es me gusta como hobby, y otra cosa es ya estás lo haciendo. Entonces, partamos de por ahí. ¿Dónde nace tu primer recuerdo? ¿Dónde está tu primer recuerdo o experiencia con el tema de la magia que te haya dicho decir “es algo que quiero perseguir”?
Víctor Castañeda: Primero que nada, Diego, te agradezco muchísimo por la invitación. Estoy encantado de estar aquí. La realidad es que Dementes para mí es un podcast de mis favoritos. La verdad es que es algo increíble haber estado aquí. Entonces, primero que nada, muchísimas gracias por la invitación. Segundo, creo que tu pregunta es muy válida, porque yo me dedico a algo que todo mundo dice “no te puedes dedicar a eso”. Entonces, claramente yo tengo que remontarlos un poco a mi infancia. Yo a los 11 años era una persona muy tímida. Yo era alguien que no le gustaba relacionarse con más personas y todo. Curiosamente, me gustaba relacionarme con personas más grandes, pero no con chavos de mi edad.
DB: ¿Tienes hermanos, hermanas?
VC: Yo tengo una hermana de cuatro años más chica.
DB: ¿Tus papás viven?
VC: Los dos viven. De hecho, yo soy casado. Yo tengo dos hijos. Y de hecho, yo vivía con mis papás. Y mis papás, mi papá se dedicaba a las ventas y literalmente fue director de ventas de muchas compañías. Y mi mamá era intérprete y traductora. O sea, yo ni por error iba a dedicarme, por lo menos de manera familiar, a lo que estoy haciendo ahora. Y yo no vengo de una familia del show business, ni mucho menos. Y de pronto, con esta timidez que me caracterizaba y todo, yo era una persona que yo, por ningún error… Me choca el fútbol. No me gusta. Yo de verdad no lo tolero. Y pues era lo que se jugaba en el recreo todos los días. La verdad es que a mí nomás no me gustaba. Y yo era el clásico chavito que iba y se refundía en la biblioteca y leía. Yo siempre fui una persona muy intelectual. Me gustó mucho aprender, leer, todo. Y ciertamente me costaba mucho relacionarme con otras personas. Entonces, a los 11 años, mi mamá llegó con unos boletos para ir a ver a un ilusionista que muchos conocemos, David Copperfield, que venía a un tour aquí en la Ciudad de México a presentarse en el Auditorio Nacional. Entonces, remontémonos también un poco a la época en donde...
DB: ¿Cuántos años tienes hoy?
VC: Yo tengo ahorita 40. Y yo, a los 11 años, pues fue por ahí de los 90. Y el Auditorio Nacional estaba recién remodelado y todo. Entonces, realmente era todo un lujo ir al Auditorio Nacional. Lo es ahora, ¿no? Pero en ese momento era recién remodelado y demás. Y llegamos al Auditorio y yo vi a David Copperfield. Voy a hacer un pequeño paréntesis. Todos conocemos a magos, a mentalistas y todo. Y pues bueno, estamos... Vaya, cuando yo te digo mago, ¿en qué piensas? Pues piensas en fiestas infantiles. Entonces, inmediatamente dices “ah, pues las lentejuelas, la paloma, el sombrero y demás”. Y de pronto sale al escenario del Auditorio Nacional una persona, un cuate galán, un cuate que dominaba el escenario. Las chavas lo volteaban a ver y decían “ah, está bien guapo y todo”.
DB: Era un rockstar.
VC: Era un rockstar. Y de pronto, con una sudadera negra y unos jeans, se sentaba, o sea, se acostaba en el piso y empezaba a volar como Peter Pan. Entonces, yo recuerdo que se me salieron las lágrimas de la emoción porque yo veía el asombro que tenían las otras personas a mi lado porque yo no era la única persona que estaba con lágrimas en las mejillas.
DB: Antes de eso, ¿tenías experiencia con la magia o te había gustado? ¿O fue la primera vez que veías algo así?
VC: Pues, fíjate que sí. O sea, yo me acuerdo que había habido varias fiestas en donde yo... Una de dos. O mi mamá había contratado un mago para mi fiesta o algo o habíamos ido a alguna fiesta de algún amiguito y todo y había una...
DB: Sí, tenías interés por eso.
VC: Sí, había algo. Pero, pues, vaya, el interés de lo oculto y de esta secrecidad y de todo este asunto que me llamaba mucho la atención. Pero, vaya, algo que me llamaba muchísimo la atención era justo a lo que voy y es que David Copperfield se paró... Bueno, se acostó en el auditorio nacional, empezó a volar y yo en ese entonces dije “esto es lo que yo tengo que hacer el resto de mi vida”. O sea “yo tengo que asombrar a los demás”. Entonces, yo salí del auditorio nacional con mis papás y les dije, “esto es a lo que me quiero dedicar, yo quiero ser mago”. Y, pues, ¿qué dices cuando tus hijos te dicen “ay, es que yo quiero ser bombero”? Dices “ay, hijo, pues qué buena onda, qué padre”, ¿no? A ver, métete al coche y todo y a ver si le dura la euforia. Y la realidad es que la euforia me duró mucho tiempo. Yo al día siguiente decía “mamá, hay que comprar un kit de magia” y, bueno, yo me acuerdo, mis papás hicieron magia verdadera encontrando, en ese entonces no había kits de magia en México. Fue el kit de magia de Mi Alegría, que me encontraron y órale, ¿no? Y yo me acuerdo que me acabé el kit... Y, bueno, todo eso para mí empezó a ser como algo superinteresante porque en las comidas familiares de los fines de semana yo hacía algo para todos. Y yo me acuerdo que hubo un momento en donde yo hice un acto con una baraja que se metía dentro de un globo. Y yo me acuerdo cuando vi a mi abuelita, cuando se lo hice por primera vez en una de esas comidas, yo tenía el paquete de naipes y entonces lo aplastaba y de pronto cuando le hacía así ya estaba envuelto en un globo. Yo me acuerdo, Diego, de la cara de mi abuelita y en ese momento fue el punto en donde yo dije, “esto es lo que...” O sea, estoy en el camino correcto. La vi con esa cara como de que estaba haciendo algo que ella no sabía hacer. Entonces ese como nivel de autoridad, no lo digo por autoridad ni mucho menos, era yo inmediatamente que nadie más... Y eso creo que me atrapó y me llamó la atención cañón y fue lo que hizo que de alguna manera yo pudiera tener una interacción con otras personas de una manera diferente.
DB: Te iba a preguntar, a ver, me dices que son trucos o actos en tu casa y demás, ¿cómo le perdiste la timidez? Son cosas de saber hacerlo, son cosas de saber cómo hacer los movimientos o lo que tú quieras y otra cosa es la parte de hacerlo entretenido o hacerlo... O sea, la dinámica, no, porque luego pasa eso de “lo sé hacer, pero...”
VC: Claro. Yo creo que era tímido, pero yo tenía mucha creatividad. O sea, era alguien que a mí me gustaba mucho, por ejemplo, todo el tema de la televisión, la radio, todas estas cosas me encantaban. Yo me acuerdo que de chico hice una cámara con cajas de Kleenex y tubo de papel de baño y todo el rollo y la vestí y todo, porque había visto que grabaron una novela cerca de mi casa y había visto las cámaras y me quedé clavado con eso y todo. Yo era muy creativo y reitero, como que con personas más grandes que yo, yo tenía una plática muy buena, o sea, yo era una persona con buen sentido del humor. Entonces, creo que más bien era solamente la timidez de no poderme relacionar con otros chavos de mi edad, como que... Pero sí, definitivamente para mí fue fácil, porque yo, en el momento en el que yo sabía que, como bien lo dijiste, yo hacía algo que nadie más podía hacer, inmediatamente tenía como esa autoridad. Entonces, eso me entregó como ese seniority, esas ganas de poder decir, a ver, yo puedo ser el dueño del cuarto y yo puedo decir qué es lo que va a pasar. Y cuando me remonto de vuelta a ese momento donde sorprendí a mi abuela, en ese momento todos los que estaban en la comida fue como “¿cómo lo hiciste, Víctor? ¿Qué onda?” Y creo que ahí es en donde gané como esa confianza y esa seguridad en decir “creo que hay una oportunidad muy buena”. Yo creo que a partir de ahí fue.
DB: ¿Cuántos años tenías ahí más o menos?
VC: Creo que tenía unos 12 años, o sea, más o menos. Y yo empecé con algunos trucos que yo pude comprar, bueno que me compraron mis papás y todo, pero ya llegó un momento en donde mis papás ya sabían que el kit de magia ya me lo sabía de todas, todas entonces dijeron “¿y ahora qué hacemos con el muchacho?” Y yo les dije “¿habrá algún lugar en donde haya alguna tienda o algo así?” Entonces fuimos a dar a una tienda, la del mago Chams, que falleció hace ya algunos años, pero el mago Chams, creo que todos los que nos iniciamos aquí en México, está en la... Todavía existe esa tienda, es una tienda de bromas y magia en la glorieta de Bucareli.
DB: Sí, tiene que combinarle con las bromas, porque si no la gente no compra. Aquí en Monterrey había una que se llamaba la tienda del mago Frakman, creo, y era también de bromas, y te vendían el chicle que sacabas y te da un toque, o la pluma de toques, pero vendían cosas de magia, porque si no... Pura magia, yo creo que no es suficiente mercado para...
VC: Y es que es interesante, porque creemos que es algo muy… Que le llama mucho la atención a la gente, y de pronto ves que es algo complejo, es algo difícil, ahorita platicaremos de eso, pero, yo me acuerdo que fui a esa tienda, y se volvía en que yo les decía a mis papás “quiero ir todos los domingos a esa tienda a comprar un acto diferente”. El mago Chams, que era un señor alto, era un señor muy, muy, muy canoso, ojos azules, azules, azules, siempre se vestía con unos trajes muy llamativos, y todo, estaba atrás de su mostrador, y él tenía unos tapetes y todo, y entonces era, cada vez que yo llegaba, me enseñaba algo nuevo. Y entonces era, te enseñaba el acto de magia.
DB: Está chingón el modelo de negocio ahí, te sorprendo y luego es...
VC: Ajá, porque obviamente te decían “oye, ¿te gustó” Y ya ves, yo volteaba a ver a mi papá así de “¿cómo le hizo?” Entonces me dijo “pues bueno, lo puedes comprar por 150 pesos y te enseño a hacerlo”. Entonces, pues así de “papá, por favor”, ¿no? Entonces, llegaba yo todos los domingos, compraba un acto, y el mago Chams abría una puertita en su mostrador, y había un librero muy grande que él abría, y adentro el librero te explicaba...
DB: Sí, para que la demás gente no vea.
VC: Ajá, entonces ya, yo me acuerdo que yo salía con mi papá, y era así de “ya sé cómo hacerlo”, y mi papá “pero a ver, ¿cómo lo hace?” Y yo “no, papá, no te puedo decir” y me decía “yo lo pagué, ¿cómo no?” Entonces, en ese momento, empecé yo con más actos y demás, y reitero, para mí fue un camino, o sea, para mí era mi hobby, era mi hobby, era mi pasión, o sea, para mí, el sorprender a los demás fue siempre algo que me llamó muchísimo la atención, y mis papás, muy buena onda, me hicieron una remodelación en la casa, más o menos cuando yo tenía unos 12, 13 años, y me pusieron unos espejos de techo a piso, para que yo pudiera practicar mis actos en mi cuarto y todo, o sea, mi closet eran espejos para que yo pudiera practicar, y la verdad es que no hubo nada como el apoyo a mis papás, la verdad es que la pasamos espectacular.
DB: Pero a ver, hay todavía muchos saltos que vamos a tener que dar para poder llegar a donde estás, y antes de avanzarme quiero regresar a una cosa en particular. Me llama la atención cuando decías que te sentías más cómodo con adultos que con la gente de tu edad, me identifico con eso, me pasó, y quiero saber tú por qué crees que te pasaba eso, y hasta qué edad sentiste que te pasó, el que no te hallaras tanto con estos grupitos de la escuela o con lo que sea.
VC: Es interesante, pero tal vez era como que yo estaba en un plano de conversación más intelectual, como de más información, no quiero decir que no tenía inocencia de niño, pero, vaya, mis conversaciones eran más… No sé, la verdad es que no tengo idea cómo expresarlo, pero era más porque, vaya, yo tenía como una conversación más intelectual, me encantaba leer, me encantaban, yo recuerdo que había un libro en la biblioteca que me encantaba que eran Las siete maravillas del mundo, y entonces yo me acuerdo de la Estatua de la Libertad, de las pirámides de Egipto, de esas cosas, pues yo cuando platicaba eso con mis amigos, me decían “uy, qué miedo con este güey” entonces era medio nerd. Y yo siempre fui de los nerds en la escuela, y creo que eso como que no congeniaba, ¿no? Y siento que la magia fue precisamente esa disciplina que me ayudó un poco a generar mucho rapport con todas las personas, y creo yo que el hecho de que yo era un poco tímido y todo, creo que iba mucho más en respecto de otras personas, cuando estaba en un lugar, pues yo, o sea, no platicaba mucho y todo, y la magia es atacar el elefante en el cuarto, o sea, es como que rompes por completo el hielo y se genera un rapport inmediato, o sea, la gente quiere saber de eso y todo, y es algo como muy interesante, creo que eso fue lo que me ayudó un poquito como a rebasar esa línea y ya equipararme como con esa conversación.
DB: Secundaria y preparatoria, ¿cómo eras? ¿Qué cambió? ¿Qué se mantuvo?
VC: En la primaria, creo que yo reitero eso, fue un camino muy interesante, pero primaria fue como todo este camino, y yo cuando llegué a la secundaria, para mí, pues no sé si a ti te pasó, Diego, pero bueno, para empezar, yo estudié la primaria, bueno, el kinder, la primaria, la secundaria, la prepa en el mismo lugar, pero eran diferentes planteles. Entonces, cuando yo llegué a la secundaria, la verdad es que se integraban otros alumnos de otras escuelas, o sea, vaya, aparte de otras escuelas que podían entrar, también de otro plantel que estaba en otra parte. Entonces, para mí fue un volver a empezar, o sea, para mí era todo lo que sabían de Víctor hasta ese momento, o sea, era borrón y cuenta nueva y era volver a empezar. Entonces, para mí fue una enorme y gran y muy habilidosa oportunidad para reinventarme y para decir quién quiero ser yo en esta nueva etapa. Entonces, en la secundaria, yo me volví pues quien hacía magia y todo, yo en los 15 años de mis amigas, todos los viernes, no sé si te acuerdas, pero bueno, todos los viernes había fiesta de 15 años. O sea, hasta los papás se ponían de acuerdo para que no se empalmaran. Cada viernes había unos 15 años diferentes y yo ya en ese entonces tomaba clases con un mago, que después de que me peiné la tienda y todo, hubo un mago en otra tienda que me dijo “sí quieres, yo te puedo dar clases”. Entonces, yo todos los jueves tenía clases y los jueves aprendía un acto nuevo y el viernes, pues iba y lo presentaba. Entonces, la verdad es que estaba increíble porque yo todos los viernes traía un truco nuevo. Entonces, todos los niños y las niñas así.
DB: ¿Y sí era cool?
VC: Sí, claro, claro.
DB: O sea, porque en mi época no era tan cool. O sea, si era cool, en corto. Pero ya después era... Es como el güey que lleva su guitarra también.
VC: Sí, exacto. Digo, ciertamente era más cool el que tocaba la guitarra de trova y se sentaba y tocaba. Pero aquí, en mi escuela, ciertamente sí fue cool porque todo el mundo empezó a decir, “güey, ¿ya viste lo que hace?” Es como que ya hubo una oportunidad muy padre de poder enseñar lo que yo hacía y todo. Y eso, vaya, socialmente me empezó a ganar un espacio en decir “güey, el mago, es el que hace esto”. Y eso pues estaba padre porque yo tenía algo diferente. O sea, no era algo que hacía nadie más, ¿no? Y eso me abrió una puerta muy grande, este desenvolvimiento y todo. Yo en la secundaria también entré a teatro universitario. Yo toda la secundaria, la prepa, estuve en teatro universitario. Y la neta le llamaban teatro universitario porque, o sea, competíamos con edades más grandes, pero secundaria, prepa y universidad era teatro universitario. Y la neta es que eran obras padrísimas las que hacíamos. En mi escuela hacían unas obras espectaculares. La neta es que...
DB: O sea entras a actuar, ¿cantabas?
VC: Sí, pero yo me acuerdo que en mi primera audición sí cantaba medio, más o menos, la verdad. Ya después fui mejorando, pero sí actuaba. Y la realidad es que fue una época padrísima, padrísima en donde la magia me abrió esa puerta para una audición. Yo gané un coestelar en la primera, en la primera secundaria, en esa primera obra. Y era una obra de, me acuerdo, eran 50 chavos. Y yo gané el coestelar porque hice un acto de magia para el director. Y eso, por ejemplo, pues hasta el día de hoy son cosas que ciertamente me abren la puerta muchísimo, muchísimo. No todo mundo tiene oportunidad de hacer algo que te sorprenda. Eso ciertamente fue algo interesante. Y durante la secundaria y la prepa, tuve la oportunidad de ya vincularme con el área de difusión cultural de la escuela. Y ya, pues yo era el mago. Entonces, hubo un punto en la secundaria en donde hacían un festival de música. Yo iba al festival de música y veía a los que tocaban, a los que cantaban, al dueto, al grupo, a todo. Pero yo decía “¿por qué no hacen un show de talentos? ¿Por qué no hacen un show en donde yo pueda caber? Porque aquí no puedo concursar”. Entonces, hablé en ese entonces con quien dirigía el departamento y le dije “oye, Humberto, fíjate que me encantaría hacer un show de magia. ¿Qué te parece si lo hago? Terminando todo el certamen en lo que los jueces deliberan”, porque siempre había como unos 15 minutos ahí que todo se paraba y no sabían qué onda, y medio se perdían, incluso algunos hasta se iban. Entonces, yo llegué con Humberto y le dije, “mira para que no se vaya la gente, ¿por qué no hago un show? Y lo hacemos ahí”. Entonces, Humberto me dijo “super, sí, va, qué bueno, ¿qué necesitas?” Y le dije “la verdad es que nada más necesitaría que me prestes el teatro y que me prestes el momento, yo pongo mi música, yo todo”. Y le dije “pero necesito un asistente”. Entonces, yo me acuerdo que en ese entonces estaban las porristas de la escuela. Las porristas eran las chavas más guapas de la escuela. Todo el mundo veía las porristas y decía guau, ¿no? Y había una chava que era la líder de las porristas. Y yo creo que si preguntabas en esa época “¿quién es la chava más guapa?” Decían que ella. Y entonces yo le dije a Humberto “pues es que necesito alguien”. Y me dice “ah, pues, yo conozco a Karina”. Y le decía “no, no, Karina es la chava más guapa de la escuela, no, por supuesto que no. Y aparte, Karina estaba en sexto de prepa, tenía novio, todo el rollo.
DB: ¿En sexto de prepa y tú estabas en qué?
VC: En tercero de secundaria. Entonces, a mí me llevaba tres años más la chava. Y yo, la verdad es que estaba muy tímido en ese entonces de poderle preguntar a alguien más grande que yo. No, ni al caso. Entonces, hubo un momento en donde sí de plano le dije “pues, estaría padre”. Y te lo prometo, Diego, como si fuera del destino. En ese momento tocaron la puerta de la oficina y entró esta chava. Y yo así todo blanco. Y dice Humberto “ah, justo hablábamos de ti, Karina”. Y yo “no, no, no puede ser”. Entonces ya le dice “oye, fíjate que Víctor necesita una bailarina para su show porque hace un show de magia y todo. ¿Te gustaría ser parte?” Y bueno, yo así en la conversación no sabía ni qué onda. Y la chava esta, muy buena onda, me dice “claro, con muchísimo gusto, ¿qué hay que hacer y todo?” Y bueno, o sea, para mí, imagínate, fue...
DB: Claro.
VC: Entonces, hicimos un show en donde yo metí a esta chava, bueno, y hacía varios actos, pero metía a la chava...
DB: Era un formato así grande, ¿no?
VC: Sí, era un formato de teatro y todo este asunto. En ese entonces yo conocí a un mago que me rentó unos actos. Entonces, yo metía a Karina en una caja y la caja la compactaba y después le metí espadas y todo el rollo. Y salí de ese primer show y al día siguiente no te cuento. O sea, todo el mundo era así como de “dude, o sea, este cuate hizo algo increíble y aparte de todo con la chava más guapa de escuela”, todo el mundo así de... Entonces, para mí fue un momento padrísimo y no sé, yo recuerdo esos momentos con muchísimo cariño.
DB: Eso fue secundaria.
VC: Secundaria.
DB: ¿En prepa seguiste haciendo magia?
VC: Prepa seguía haciendo magia.
DB: O sea, ¿cuándo convertiste, si es que alguna vez lo hiciste, de tener ya como tu show constante o empezar a lo mejor a vender el show de esas que “mira, voy a eventos”? O sea, ¿lo hiciste alguna vez o no?
VC: Fíjate que no, casualmente en mi casa siempre fueron, honestamente te lo digo, siempre mis papás fueron como muy reservados. Yo no era de los que yo salía a la calle y regresaba en la noche y todo el rollo. O sea, no, en mi casa sí eran muy sobre protectores y todo. Entonces, yo nunca vislumbré el tema de yo ir a dar shows, cobrar y todo este asunto. Pero ciertamente yo hacía shows constantemente. Las reuniones a las que íbamos de familia, todo este asunto. Y si bien no cobraba, pues mis papás tenían claro que esa era mi pasión y que me gustaba mucho y demás. Y en la prepa seguía haciendo espectáculos cada año en el show del Festival de Música y yo creo que fue hasta la universidad en donde ya como que tuve un punto de decir “tal vez hacia acá vamos a ir”.
DB: ¿Cómo se dio eso? ¿Qué pasó?
VC: Yo terminando la preparatoria, yo era un cuate muy matado. Honestamente sí, yo sí le estudiaba, sí, o sea, sí le pegué duro, le pegué duro y tenía muy buen promedio y demás. Y terminando la prepa me ofrecieron una beca para estudiar en la universidad. Y bueno, pues era una beca de excelencia, era una beca por promedio y todo esto. Y terminando la prepa yo les dije a mis papás “oigan, yo quiero darme seis meses para yo vivir de la magia, yo hacer lo que más me gusta y todo este rollo.” Y mi papá así, “ch-ch-ch, espérate, espérate, espérate, eso, that's not gonna happen”. Entonces me dijo “mira, ¿sabes qué, Víctor? No, porque vas a perder tiempo si no entras a estudiar algo”. Entonces me dijo “¿por qué no hacemos algo? Entra a la carrera, la que tú quieras, y terminando esa carrera haces lo que tú quieras”. Y yo dije que bueno.
DB: Es como bueno, pues ya para entonces, ¿qué?
VC: Sí, fue así como “ay, no, porque ya el plan ya no me va a salir”. Ya sabes, ¿no? Entonces estudié comunicación. La verdad es que yo amé mi carrera, me encantó. La comunicación pues ciertamente forma parte de mí todos los días. O sea, todo lo que yo estudié, lo que hice en la universidad, o sea, fue para mí un gusto. Pero sí, en su momento fue como “ay, bueno, está bien”.
DB: Pero ¿qué querías hacer? O sea, lo que abarcabas o lo que alcanzabas a visualizar de lo que sería tu vida o tu carrera, ¿qué era? Decías “quiero dedicarme a trabajar en una empresa” o tú ya decías “quiero dedicarme a esto de la magia”.
VC: Creo que había dos grandes como facetas en las que yo me veía, ¿no? Porque yo en algún momento dije “a mí me encantaría trabajar con David Copperfield”. O sea, porque también asumes un poco tu realidad y dices “güey, a ver, si me gusta el fut, que acabe siendo el próximo Messi, está cabrón, ¿no?” Si quiero, si me gusta la magia y pretendo ser el próximo David Copperfield, está difícil, ¿no? Entonces también asumiendo como esa realidad, yo sabía que estaba complejo y que también hacer una diferencia, pues iba a ser difícil.
DB: Y también industrias distintas, países distintos.
VC: Claro, pero sí identificaba que en México no había nadie que realmente tuviera un buen estándar y dijera “güey, no manches, este cuate es un picudazo”. O sea, no había en ese entonces, ¿no? Digo, estaban los grandes de la industria, etcétera, etcétera. Pero no había alguien que realmente le empezara a dar como la perspectiva a la magia que yo buscaba.
DB: No, ni el look como el que mencionabas que tiene David Copperfield muy bien armado, ¿no? O sea, es Hollywood, por así decirlo, ¿no? Dices, no mames, este güey aquí no se prestaba tanto. O sea, no era tan así, era más como un acto de circo, creo yo, ¿no?
VC: Exactamente. Vaya, ya mucho más adelante lo estudiamos, pero no es mentira que el 75% de los mexicanos cuando escuchan magia piensen fiestas infantiles. O sea, vaya, pero esto es porque es una realidad. Es decir, los magos que hay aquí en México son para eventos privados y la gran mayoría para magos.
DB: Y no tenemos referencia a otra cosa, ¿no? Por ejemplo, yo vi a David Copperfield en Monterrey una vez que fue también así, yo creo que ya tenía como unos 11 años, 10 años después de que tú lo viste, yo tengo 32, y la segunda vez que volví a ver un acto de magia así chingón de talla mundial fue recientemente en Nueva York, coincidí con cuando fue a dar show Darren Brown. No hay nadie en México que haga como, o sea, no es común ver esas cosas aquí, no es común ver cosas que hay de esa calidad, menos en esa época, ¿por qué tú si estabas visualizando hacer algo así?
VC: Sí, totalmente.
DB: O sea, ¿por qué tú si lo tenías o no te lo imaginabas que lo podías hacer?
VC: Yo creo que fue cambiando con el tiempo, o sea, no te miento que al principio fue que pues bueno, yo quería hacer eventos y decía, pues sí, pero entonces a ver cómo en cuáles y cómo en dónde y todo. Y creo que eso fue algo que empezó con la carrera y ciertamente se fue perfilando después.
DB: Te interrumpí y me dijiste que había dos caminos, ¿no?
VC: Claro, había dos facetas importantes. La primera era que sí me dedicara directamente a la magia y la segunda era que yo estuviera empleado en algún lado. Cuando yo empecé a estudiar la carrera pues me empezó a gustar muchísimo todos los medios y todo. Yo soy alguien muy encarrilado,o sea, yo soy alguien que de plano en el momento en el que digo “oye, voy con esto”, me encarrilo hasta el final y voy con eso, que creo que es una señal de cualquier emprendedor. O sea, creo que en ese entonces yo ya tenía como esa alma emprendedora, pero no lo sabía, ¿no? Y era precisamente esas ganas de decir “voy con esto y voy hasta el final”. Entonces me metí a estudiar, a leer todo lo que pude, a molestar a todos los que pude molestar para poder conseguir más cosas. Y hubo ciertamente un punto en donde yo decía “bueno, también puedo yo obtener un trabajo”. Yo recuerdo que me visualizaba trabajando en OCESA, ¿no? Yo decía que estaría increíble y estaría padrísimo y todo. Entonces yo empecé con eso. Y también traía mucho la escuela por parte de mi papá de que yo obtuviera un empleo. O sea, mi papá, cuando yo empecé en la carrera, fue así como “güey, ¿y qué trabajo vas a conseguir” Entonces esa fue la presión todo el tiempo. Y bueno, no culpo a mi papá, pero la realidad es que, o sea, era la realidad de mi papá hasta ese entonces. El emprendedurismo no era una cultura como muy bien vista. No es que muy bien vista, pero más bien como no muy frecuente. No era algo posible, no era una posibilidad cercana a lo que tenía.
DB: Y además, no es tan evidente que una persona que se dedica al show business en México se considere como que está emprendiendo. Cuando ya lo ves así, sin chistes, es todo eso. Pero no se percibió así desde lejos. Como que la gente se imagina que, ah, pues nomás es un güey que tiene un manager. Un manager y listo, y va a eventos. No todo lo que está atrás.
VC: Y yo creo que mi papá, pues, estaba en su visión, es decirme “tú consigue un empleo para que tú puedas conseguir dinero y con eso te compres tu casa y con eso tengas tu familia” y lo hemos escuchado toda la vida.
DB: Y si te queda algo, te compres tus trucos.
VC: Exactamente. Y ya cuando tengas ahí tu chiste, ah, pues órale, ya es lo que tú gustes. Pero creo yo que hay una mala concepción de esa cuestión. Pero al rato platicaremos de eso. Pero creo yo que en el momento en el que estudié la carrera, pues me enrolé con esa idea de decir “voy a escoger un trabajo”. A la par, yo me convertí en el mago de la escuela. Ya había habido un mago antes, pero pues ya había salido. Y entonces no había ningún mago.
DB: Se pasaron la mantita.
VC: Pues no, vaya, yo lo conocí muchísimo después, pero la realidad es que no compartimos ese...
DB: Sólo hay espacio para un mago.
VC: Exactamente. No, la realidad es que no había otro mago en esa época más que yo.
DB: ¿No tenías, perdón que te interrumpa, pero no había como esta onda de “ah, entre varios somos compas y estamos en lo mismo”?
VC: Sabes que es interesante, pero yo... O sea, todos los magos que conocían entonces eran gente más grande. O sea, no eran chavos de mi misma edad. Es interesante, pero no.
DB: Yo no más conocía a uno cuando lo hacía, que es Palomares.
VC: Claro, claro, claro. Muchos saludos a Robert, es un tipazo. Y la verdad es que nunca hubo como algún compañero con el que hiciera eso. Pero justo en la carrera conozco al que se volvió después en mi socio. Se llamaba... Bueno, se llama Alan. Y Alan era un cuate que también, igual que tú, le encantaba la magia de chico, hizo varias cosas y todo, pero pues nunca le siguió. Pero le encantaba la magia. Era apasionado de la magia como tal. Pero nunca lo presentó. O sea, como tal. Pero tenía una idea de la magia y decía, es que por qué no la podemos ser más creativa, más diferente, más original y todo. Entonces congeniamos mucho, hicimos mucho clic desde el principio. Él era una generación más arriba que yo. Pero compartíamos en la tarde en el centro de medios de la Universidad de Anáhuac, que era donde estaba el set de tele, el set de edición, de postproducción, de audio, de video, todo esto. Nos la pasábamos en las tardes ahí jugando. Hacíamos videos, hacíamos que la olimpiada del centro de medios y hacíamos carreritas con las sillas de los salones. Y las aventábamos, nos aventábamos. Entonces lo grabábamos y hacíamos cámaras lentas y el blog participante. O sea, todo eso era nuestro juego de todos los días. Y yo llegué un momento en donde le dije a Alan “oye, a mí me encantaría hacer un show”. Ah, porque yo hice un show en una posada. Entonces les encantó. Y dijeron, oye...
DB: Para la universidad.
VC: Sí, para la universidad. Y entonces el rector y todo me dijeron “oye, estuvo padrísimo el show, el año que entra vas a hacer otro”. Le dije “sí, pero necesito el auditorio de rectoría. O sea, sí necesito. Porque había sido al aire libre. Y entonces les dije, necesito el auditorio de rectoría. Y el auditorio de rectoría eran de cuenta que era como un lugar sagrado.
DB: Sí, que nadie sabe cómo hacer para que puedas presentarte ahí. Nadie sabe cómo, pero ahí hay ciertos eventos y ya. Y no lo puedes rentar, no te lo prestan.
VC: Era sagrado aparte de que era una escuela altamente católica. O sea, era sagrado. O sea, no había poder humano que lo pisara más que la compañía de teatro y el rector. Obvio, cuando había conferencias muy importantes, pero era como que a nadie se lo prestaban.
DB: Son esas instalaciones que tienen muy chingonas, pero no se usan porque nadie lo puede tocar. Como la sala de la casa. Esta es la sala que nadie usa, pero está muy bonita.
VC: Yo viví esa época de la universidad en donde había cosas que no, eso no se puede tocar. El set de tele, no, solamente se puede tocar por los de octavo semestre. Y justo les dije “yo necesito el auditorio de rectoría porque quiero hacerlo en un teatro cerrado”. Y me dijeron “va”. Y dije “pues ya estoy”, ¿no? Entonces yo en ese entonces tenía seis meses para poder decir qué iba a hacer yo en ese show. Entonces me acerqué con Alan y le dije “oye, me encantaría hacer un show, pero quiero hacer un show diferente, me gustaría que no fuera la magia que hace un mago como tal, sino quiero hacer un espectáculo de dos personas en donde la magia ocurra y que todos, incluyendo los que estamos en el escenario, seamos testigos de lo que está pasando, entonces hay que ponerle un nombre”. Alan me dijo “pues voy a pensar”. Él era el creativo. Entonces me dijo “yo voy a pensar, voy a irme a ver qué onda”. Y se fue a echar unos tequilas en su casa de Cuernavaca, en una casa de Cuernavaca que tenía. Y regresó el lunes y me dijo “oye, Víctor, la verdad es que no vamos a encontrar hilo negro. No vamos a hacer nada más”. Yo dije “¿qué es eso el hilo negro?” Me dijo “pues es una expresión, wey, no vamos a encontrar hilo negro, es cuando vamos a encontrar lo obvio y todo este rollo”. Y entonces yo me acuerdo que nunca había escuchado esa expresión del hilo negro. Y curiosamente le empezamos a preguntar a varias personas. Y para varias personas encontrar hilo negro significaba cosas diferentes. O sea, para unos significaba encontrar lo obvio, para otros era encontrar lo inencontrable. Entonces yo dije “este es el nombre del show”. Tampoco vamos a encontrar el hilo negro, entonces el show se llamaba el hilo negro. Entonces lo montamos, hicimos una serie de actos y todo. Y con todos los juguetes que ofrecía la universidad, en ese entonces usamos proyectores. Hicimos una pantalla. No había pantallas de LED ni nada de este rollo. Entonces era un proyector con esto. Hicimos unos videos y todo. Y lo que hacíamos era una experiencia en donde Alan y yo nos clonábamos en una pantalla. Y hablábamos con nosotros dos digitales.
DB: O sea, estaba coreografiado.
VC: Ajá, super, super coreografiado.
DB: Y con una tecnología que no era la que es hoy.
VC: Exactamente. Ya ahorita lo puedes hacer de maneras mucho más sencillas. Pero antes era aprenderte el show, medirlo cañón para que se viera natural y todo. Y la distinción o lo diferente que habíamos agregado es que los yos digitales interactuaban con el público, pero hacían magia. Adivinaban el pensamiento de la gente. Entonces estaba muy padre. La verdad es que no quiero decir que estaba avanzado para la época, pero estaba muy interesante.
DB: Pero una pausa ahí. ¿Qué tenías de referencias para pensar en ese tipo de actos? ¿Dónde veías?
VC: Había unos especiales que había en televisión que se llamaba The World's Greatest Magic. La Mejor Magia del Mundo eran unos especiales de televisión en donde salían los mejores magos del mundo. Y eran unos especiales de una hora. Y aparte, bueno, había los especiales de David Copperfield que salían cada año. Entonces para mí esas eran mis referencias de toda la vida. Pero en ese entonces había un mago muy importante en Estados Unidos que se llama Marco Tempest, que empezó a hacer magia con televisiones y todo este asunto. Y esa fue como mi inspiración. Y dije “estaría increíble hacer algo aquí”. Entonces escribimos todo el show y demás. Y la verdad es que el espectáculo se volvió en un show, vamos a decirlo, como motivacional o inspiracional, porque al final lo que decíamos es que encontrar el hilo negro era encontrar que los sueños se pueden hacer realidad. Que solo es capaz de realizar sus sueños aquel que cuando llega la hora sabe estar despierto. Y eso creo que tenía una sensación súper interesante. Y todos los que iban a vernos, lo estrenamos un día en la posada, pero pues no teníamos dinero para hacer este show. Yo no vengo de papás acomodados aquí cañón, que teníamos... La verdad los lujos no. Siempre vivimos muy bien, pero nunca fui de papás millonarios. Y entonces todas estas cosas eran pues encuentran la manera. Entonces lo que hicimos fue una rifa de boletos de 20 pesos. Entonces fuimos todos los que estábamos involucrados. Un grupo de amigos se unieron con nosotros y creían mucho en el proyecto. Entonces hicimos una rifa de boletos de 20 pesos. En ese entonces rifamos un reproductor DVD. Y lo hicimos hasta el final del show para que fueran la gente con el boleto. A ver si se había ganado.
DB: Claro, buena idea.
VC: Éramos malos, no pendejos. Y entonces dijimos “eso suena increíble”. Entonces pasamos por toda la universidad. De todas las carreras les vendimos un boleto de hilo negro. Llenamos la presentación. Eran 400 butacas o algo así. Estaba lleno. Estaba a reventar. Porque todo el mundo quería saber qué era el hilo negro y qué es lo que Alan y Víctor habían hecho y qué es lo que este grupo había ejecutado. Y al final, la verdad es que creo que les entregamos un mensaje muy padre a la universidad. Realmente ellos podían perseguir lo que ellos quisieran. No había una... No hay tapujos para conseguir lo que tú quieras. Y la universidad, también de mucho colmillo, vio ese asunto y dijo “ya tenemos nuestro show, ya tenemos nuestro show para demostrar lo que hacen los alumnos de comunicación”. Entonces, muy buena onda, porque nunca nos cobraron por nada de lo que nosotros hicimos para este rollo. Pero ciertamente nosotros usábamos todos los recursos de la universidad para hacerlo. Y en el único lugar en donde lo habíamos diseñado para hacerlo era en ese auditorio. Entonces, terminando eso, el departamento de rectoría se acercó con nosotros y nos dijo... “Oigan, ¿pueden hacer este show más veces?”. “Sí, claro. Por supuesto”. Entonces, lo hicimos recurrente y la universidad invitaba a preparatorias.
DB: Sí, era su onda para jalar gente que está muy bien pensado.
VC: Entonces, dijeron “está padrísimo porque esto es lo que están haciendo los alumnos de comunicación”. Y era muy innovador. Y decían, guau, qué padre, qué sorprendente. Y aparte tenía un mensaje... No era solo entretenimiento, motivacional, vocacional, muy padre. Y decían, güey, esto es la neta. Entonces, la universidad muy buena onda nos dijo “¿cuánto cobran por hacer ese show”? Y dijimos, en ese entonces debes de saber que yo no era financiero. Yo no sabía nada de finanzas. Entonces, dije, en ese entonces nos costó ocho mil pesos hacer el show pues, cuesta ocho mil pesos. Ya retornamos la inversión, decía yo. Y todo mundo me veía con cara “güey, no sabes nada de números”. Pero lo vendimos varias veces en ese monto. Y la universidad nos pagaba. Y yo me di de alta en Hacienda, en el SAT.
DB: Pues sí, claro. Se convirtió en un trabajo.
VC: Pues ajá, esto era un extra. Entonces, ese dinero lo usábamos para volver a comprar cosas que íbamos a necesitar para el show. Y empezamos a reinvertirlo, a reinvertirlo, a reinvertirlo.
DB: ¿En qué semestre ibas ahí?
VC: En cuarto semestre.
VC: A la mitad, más o menos. Y entonces, una compañía... Bueno, después de eso, vinieron las prácticas profesionales.
DB: Perdón, ¿cuántas veces hicieron este show, más o menos?
VC: Pues lo hacíamos cada dos semanas, más o menos, algo así.
DB: Seguidito, sí, bastantito.
DB: Pero lo hicimos unas cinco veces, haz de cuenta. O sea, realmente fue una temporada pequeña. Pero siempre íbamos y presentábamos y todo. Estaba muy padre. Entonces, era de que llegábamos a las clases y nos decían, este... “A ver, todos, por favor, saquen sus materiales y todo”. Y yo “maestra, me tengo que ir a dar show”. “Sí, adelante, Víctor”. Estaba muy padre. Y llegó el momento de hacer las prácticas profesionales, fue el momento de acercarme a una empresa. Porque no había nadie que te filmara las prácticas como si estuvieras en un empleo. Entonces, yo me acerqué a OCESA. Y OCESA y SIE no tenían ningún programa de prácticas ni nada de este rollo. Entonces, yo conseguí a través de un contacto en Granja Las Américas. Y fui el coordinador de marketing y relaciones públicas. Pero debes de saber que yo entré a una... O sea, entré a una entrevista de trabajo con la directora general. Granja Las Américas, para quienes no lo conozcan, es un parque temático para niños en donde hay animales y llevan niños, pero para mí era como lo más cercano a Grupo SIE, porque es parte de Grupo SIE. Entonces, yo dije “de ahí puedo brincar a otros lados”, no sé. La directora general me dice “¿qué te gusta?” “A mí me encanta la magia y todo este rollo”. Y dijo “ah, padrísimo. Aquí hay niños y todo, entonces, vete al área de manualidades y todo”. Y me asignaron con una chava que era la encargada de manualidades y del foro. Pero era una monarquía ahí, medio extraña. Esta chava, o sea, se llevaba muy bien con otro mago. Yo era el único mago que estaba ahí, pero yo le ayudaba a cosas y me decía “a ver, recorta estas cosas”. Neta, yo al quinto semestre de la carrera, yo estaba recortando calabazas. O sea, recortando calabazas de papel para una actividad. O sea, yo decía, güey, ¿qué estoy haciendo? Pero casualmente Adriana Prado, que era la directora de relaciones públicas del lugar, me vio y como que me vio mucho potencial. Hicimos mucho clic desde el principio y todo. Y me dijo “güey, te voy a jalar a mi área”. Entonces, me empezó a vincular con las marcas del parque. Porque, pues, si conocen, Granja de las Américas está patrocinado por muchas marcas. Entonces, había mucha relación con Telmex, con Bimbo, con Citi Banamex, todo. O sea, eran relaciones con marcas y todo. Y era un trabajo mucho más, con mayor seniority. Entonces, yo fui como su mano derecha. Y la verdad es que en esa parte aprendí muchísimo, muchísimo, muchísimo. Pero hubo un regadón que hice, pero así de esos bárbaros. Mal. Para Telmex, casualmente. Pues nada, yo envíe un correo, ni me acuerdo bien. Envíe un correo que no tenía que mandar o les contesté algo de “con mucho gusto lo vamos a ver o algo así”. Era como “no, ¿cómo les explicas así”, ¿ya sabes? Y se armó un pedotote por un mail, ¿eh? Aparte, digo, nunca les dije “oye, no, chinga…” O sea, no, la verdad es que nunca fue nada. Nunca fui, o sea, poco cortés ni mucho. No, no, no. Fui muy proactivo en decirles con mucho gusto lo de, o sea, reitero, no, no me acuerdo, pero era algo...
DB: Sí, o sea, eran las cosas que tú no estás enterado de la conversación que se está llevando por fuera u otra cosa y tú mandas algo que...
VC: Y ahí fue donde, o sea, se armó un mega pleito que dio a la dirección general, o sea, todo el rollo. Pero fue porque yo le dije al cliente en ese entonces que íbamos a verlo para verlo en la siguiente semana. Una jalada de esas. Y ahí fue donde yo dije “wey, yo no soy del medio”. O sea, yo no soy una persona para poder tener un trabajo. O sea, yo no puedo emplear...
DB: O sea, con eso dijiste...
VC: O sea, yo tengo... Yo soy una persona con mucha iniciativa, soy una persona que me gusta liderar, que me gusta enfocar el trabajo en los intereses que creo que son buenos. O sea, soy una persona con mucha iniciativa. Y la verdad es que en un trabajo a veces lo que menos quieren es que tengas iniciativa. Entonces, no generalizo, muchachos, pero sí está cañón, que eso es algo como muy recurrente. O sea, ahí fue donde dije, yo no sirvo para un trabajo. Y fue algo que...
DB: Pero bueno, ¿cómo se resolvió ese tema de la cagazón? ¿Te regañaron y ya?
VC: Sí, al final se acabó resolviendo y...
DB: Que luego son esas cosas que eran una pendejada y al final...
VC: Exacto, ese es el punto y esa fue mi reflexión posteriormente. Y después era como wey, ¿para qué chingados tanto pedo? ¿Para esto? Entonces yo dije pues no. Y yo creo que eso es algo que se me quedó muy clavado y para muchos que están pensando en qué quieren hacer, en lo que quieren hacer y todo. O sea, yo sentía un llamado a lo que realmente me apasionaba, a lo que realmente me gustaba. Y siento que mi error fue no haberlo... No haberme pegado a ello, estarlo callando, callando, callando. Pues vaya, porque también estamos envueltos en convencionalismos sociales, ¿no? En el mi papá, wey, diciendoe que consigo un empleo, oye esto. O sea, y no me lo tomen a mal. Mis papás fueron de las personas que más apoyo me brindaron durante todo esto. O sea, mi papá me dijo, wey, ¿quieres ser mago? Vamos a hacerlo bien, wey, en tus clases. O sea, mi mamá me acompañó a Las Vegas. Cuando cumplí 18 años antes de irme a la carrera, pues muchos se iban a Europa y a ver, ¿qué quieres? O una fiesta y todo este asunto. Yo pedí un viaje a Las Vegas para ir a ver shows de magia. Entonces fue una semana con mis papás que nunca voy a olvidar, en donde fuimos literalmente a todos los shows de magia de Las Vegas. Fui a Siegfried y Roy. A Penn y Teller. Fui a David Copperfield. No, no, no, espectacular. Y creo yo que el no hacerle caso a ese llamado fue lo que hizo que vaya a desviar a mi atención en cosas que a veces no son tan importantes.
DB: Digo, no es que te estés culpando porque entiendo que no, pero es que es muy difícil encontrar cómo podrías llegar a hacerlo. O sea, cómo pasar de compro trucos en una tienda, a un show en una universidad, a estar haciendo shows ante un montón de gente que te están pagando por hacer esto. No es algo que, a diferencia de una carrera, a lo mejor, más corporativa, donde te dicen, bueno, tú aplicas aquí, aquí aplicas, si te escogen, entonces entras aquí y si te va bien, subes acá y ahí vas un caminito más o menos claro. ¿Cómo empezaste ahora sí cuando dices “ok, ya entendí que no soy para trabajar”, qué fue pasando para que entonces te dedicas a lo que te dedicas hoy?
VC: Yo creo que en principio fue darme ese frente de decir… o sea, sí hubo una realidad que yo dije “esta no es la realidad que yo quiero para mí”. Y a veces creo que no le tomamos tanto, como que tanta importancia a veces en esos momentos, ¿no? Pero yo creo que hay que ser muy perspicaces y saber, y estar muy sensibles en esos momentos para decir… Güey, o sea, esto es algo que, o sea, hay algo que me está queriendo decir la vida con esto, ¿no? Y ahí fue donde yo dije, no, o sea, de aquí no soy. Entonces seguíamos con estos shows que dábamos para eso. Y casualmente las cosas... Mi ex-socio decía que a veces los astros se alinean para acomodarte los mensajes en los momentos adecuados. Entonces, semanas después de que pasó esto, una chava que fue a ver el show, platicó esto y después nos enteramos, platicó esto en su casa, después vino el papá a ver esto ahí, el show que se hace en la universidad. Y terminando el show, quisieron hablar con nosotros, se acercaron y este cuate dijo “oye, es que mi hija me había platicado y todo. Dime una cosa, yo ya vi lo que ustedes hacen. O sea, ustedes comunican un mensaje con magia” y nosotros... “Sí, eso, exacto”. “Y ustedes podrían hacer eso con mi marca”, y nosotros... “Sí, claro, alguien que nos entiende”. Entonces, yo me volteé a ver con mi socio con cara de... Pues sí, o sea, está cool, ¿no? Y digo, intuitivamente lo estábamos haciendo, pero no lo habíamos descifrado.
DB: Sí, no habías aterrizado a esa necesidad específica.
VC: Exacto. Y claro, la magia sirve para comunicar cosas de manera más memorable, de manera más trascendente. La gente al sorprenderse tiene un gancho mucho mayor y lo recuerda. Dijimos “claro”. Entonces, este cuate dijo “¿por qué no vienen a mi empresa y lo platicamos? Voy a tener una convención. ¿Por qué no hacen un acto ahí que tenga que ver con mi producto y todo?” Y ahí empezó mi camino corporativo. Yo, en ese entonces, lo que quería hacer era el Cirque du Soleil de la magia. O sea, para mí, yo decía, güey, hacer un teatro itinerante, algo así como el literalmente como el Cirque du Soleil, pero de la magia. O sea, que reinventara la magia. Así como el Cirque du Soleil reinventó el circo, ¿por qué no yo puedo hacer algo que reinvente a la magia y lo haga artístico y lo haga diferente y todo este asunto? Entonces, para mí, todos estos grandes pioneros de las artes eran para mí, o sea, mis grandes gurús, Walt Disney y todo esto. Pero el mercado corporativo nos empezó a señalar algo muy interesante. Y es que con el mercado corporativo podíamos hacer cosas diferentes cada vez porque cada cliente necesita cosas diferentes. Entonces, cuando trabajábamos con Sanofi, para hacer la comunicación de un producto, de un medicamento, hacíamos algo que tenía que ver con magia y todo esto y dijimos, güey, eso está padrísimo. Y después de eso, nos contrataban Nivea para hacer una convención que estuviera tematizada de Harry Potter. Entonces, teníamos que hacer actos como los de Harry Potter. Entonces, decíamos, güey, este es el trabajo de los sueños. O sea, esto está increíble porque cada semana hacemos cosas diferentes. Entonces, así es como empezó nuestra carrera con... Yo fundé una agencia...
DB: ¿Todavía no te graduabas?
VC: No, ya me había graduado y justo ahí empezó ese tema. Entonces, se volvió Imagic. Imagic Group es la agencia que tengo y que se dedica a incorporar al asombro como herramienta estratégica de comunicación para las empresas.
DB: A ver, entonces, fundas Imagic. ¿Cómo lo empiezas a vender o a cacarear? Porque, okey, uno entendió o tal, pero también están todos los que dicen oye, pues que yo quiero un comediante. O no tienes o no sé qué. ¿Cómo empieza ese proceso de conseguir clientes, de hacerles ver el beneficio o el potencial o la necesidad de lo que estás haciendo para hacer algo sostenible a lo largo?
VC: En principio, creo que algo muy interesante fue que cuando haces las cosas con suficiente pasión, o sea, cuando realmente estás apasionado de esto, y me remonto a cuando hacían mis shows en la prepa, yo me quedaba sin dormir haciendo, fabricando, haciendo mis cosas y todo para mis shows y me daba el amanecer y me acostaba dos horas y me volvía a levantar con esas ganas y todo y creo yo que cuando estás apasionado por algo, el trabajo no se nota. O sea, simplemente pasa y pasa el tiempo y fluye y todo se acomoda y todo y para mí esa era la pasión, o sea, la pasión con la que yo hago esto y la pasión que yo le tengo al asombro, al mentalismo y todo lo que hago ahorita es la que me ha llevado a hacer cosas que nunca me imaginé que podían pasar, ¿no? Yo creo que eso fue parte de lo que se contagia y ahora después de muchos años, porque vaya, deben de saber que como todo emprendedor yo siempre busqué la agencia que decía “yo quiero ser como Walt Disney y que seamos 1500 empleados y que seamos todos una mega compañía a nivel mundial” y todo con el tiempo va cambiando, ¿no? O sea, vas conociendo y vas modificando tu visión y todo y también te vas adaptando a cómo también la vida te va acomodando en los lugares apropiados, ¿no? Pero yo ahora sé que las empresas compran al emprendedor. La realidad es que cuando tú llegas, tú te sientas, haces un acto y todo y te ven con esa pasión y con esas ganas de decir “güey, este güey no me va a quedar mal”. Y esto empezó a pasar con la compañía, o sea, eso es lo que empezó a ocurrir. Entonces, ciertamente creo que eso es lo que empezó a generar estas ganas de que la gente quisiera más de nosotros y todo. Y esa pasión y ese compromiso que le dábamos claramente empezó a surtir efecto porque las personas, por ejemplo, empezamos a trabajar con muchos encargados de marca o bueno, gerentes de marca de las compañías, ¿no? Por ejemplo, en Nivea, bueno, trabajamos con el gerente de marca de Nivea y con ese gerente de marca hicimos algo para su convención increíble en donde tenía que presentar sus nuevos productos, los presentamos espectacular y la gente “guau, esto es increíble”, entonces, ese cuate se iba a otro lado y entonces nos hablaba y nos decía “güey, den un nuevo producto acá”. Entonces, eso ciertamente empezó a ser de boca a boca. Nosotros nunca hicimos un plan de negocios, nunca.
DB: ¿Cómo estaba conformada la empresa? ¿Eran cuánta gente?
VC: Nosotros, bueno, o sea, en ese entonces éramos tres, cuatro personas las que empezábamos a hacer todo esto y demás. Éramos dos socios, dos personas que también trabajaban la parte de producción, la parte de ventas y todo. Pero vaya, nosotros intuitivamente empezamos a vender y empezamos a reinvertir y empezamos a hacer esto. Yo recuerdo que fuimos una compañía que nunca puso capital. Esa rifa de 20 pesos fue nuestro capital inicial. O sea, yo nunca puse un peso dentro de Imagic Group. Y eso para mí es un cumplido espectacular porque creo que es producto de esa bola de nieve que se ha hecho cada vez más grande y más grande y más grande. Y creo ciertamente que también es producto de la pasión que también se ha contagiado con la gente que ahora colabora dentro de la agencia. Pero en ese entonces, como te decía, o sea, fue un boca a boca y después trabajamos con alguien que conocía, alguien de Santander y después Santander nos contrató y así tal cual. Y sí fue, o sea, hubo momentos de vacas flacas muy rudos. O sea, yo recuerdo neta momentos bien, bien difíciles. Mis papás se divorciaron cuando yo estaba en medio de la carrera. Y yo empecé a vivir solo con mi papá, pero mi papá también trabajaba mucho. Entonces yo empecé a vivir literalmente casi solo. Y yo me acuerdo que no había mucha chamba y todo. Y yo iba todos los días, hubo durante, yo creo que unos cuatro o cinco meses, que todos los días viví de tacos de guisado de unos, de un puesto que estaba enfrente de donde estábamos en la agencia. Y había momentos en donde de plano...
DB: Pero a ver, ¿la agencia no la empezaste después de graduarte?
VC: Sí, después.
DB: Pero entonces los tacos de guisado... ¿Vivas con tu papá?
VC: Yo vivía con mi papá después, claro.
DB: ¿Todo el tiempo?
VC: Sí, yo viví con mis papás, o sea, hasta la carrera. Y terminando la carrera, mis papás se divorcian y yo me voy a vivir con mi papá.
DB: Y empezó Imagic.
VC: En ese entonces ya había empezado Imagic y todo, pero pues mi papá también, con todo lo que traía encima, también empezó así de “oye, ¿qué onda, güey? Un trabajo no vas a tener, ¿qué onda?” Y entonces esa presión cada vez estaba más cañona y todo. Entonces, obviamente, eso me presionó mucho más a poder empezar a hacer más cosas con Imagic. Pero pues había momentos de vacas flacas. O sea, lo que quiero decir con esto es que no todo fue miel sobre hojuelas, no todo estuvo padrísimo, no todo... No, güey. Y yo veía llegar a nuestro abogado en su Mercedes, ¿no? Nuestro abogado yo lo conocía desde la prepa. Y yo le decía “güey, ¿cómo le haces, cabrón? ¿Cómo le haces? Porque tienes cuatro o cinco años más grande que yo, pero tú ya tienes casa en Pedregal. ¿Cómo lo hiciste, güey?” O sea, yo tenía un Yaris en ese momento y yo decía “güey, yo no veo cómo ese Yaris se va… Ni con magia se va a convertir en ese, güey. ¿Por dónde? ¿Cómo?” Y me dio un consejo y me dijo “Víctor, yo creo que te voy a dar el peor consejo, pero a la vez el mejor”. Me dijo “endeúdate. Cuando asumes una deuda, en ese momento te pones a chambear”.
DB: Que te dijo que es el peor y el mejor.
VC: Exacto, exacto, exacto. No, aclaro, muchachos, aclaro. Pero en ese momento fue cuando dije, “madres, pues sí”. Y me endeudé con un nuevo coche. Lo acabé de pagar. O sea, sí funciona. Entonces, ha sido algo que, a mí me ha gustado mucho.
DB: Y él “no, no, me refería a endéudate con un crédito para la empresa”.
VC: Y yo endeudándome acá con la tarjeta. La verdad es que ahí empecé poco a poquito y todo y empezamos a crecer y después conocí al que ahora es mi socio, porque después Alan liquidó sus acciones y nosotros estábamos estancados, no veíamos que avanzábamos en las ventas, no vendíamos más. Y nos acercamos a un experto. Dijimos “bueno, necesitamos una consultoría de negocio”. Entonces fue cuando hablamos a una consultoría que se llama G2 y lo preside Jorge González, que es mi actual socio. Y Jorge ha sido consultor para emprendedores toda su vida. Él es un cuate, es más grande que yo, de la tirada de mi papá. Y me dijo “a ver, vamos a revisar Imagic y todo". Entonces empezamos a revisarlo, así números, todo lo que no hacíamos. Yo siempre fui, o sea, siempre he sido muy buen administrador. O sea, a mí nunca me ha faltado el dinero. Gracias a Dios, toco madera. O sea, nunca me ha faltado el dinero pero porque me administro muy bien. Soy altamente ahorrativo. Me gusta muchísimo ahorrar. Todo el dinero que pueda agarrar, lo que pueda es bueno. Pero yo no era financiero. O sea, yo ciertamente me dedicaba a la compañía y yo tenía la cuenta y todo este rollo y demás. Y veía como ciertas cosas y ahí fue que yo me fui como haciendo un poquito más trucha en eso. Pero pues empezamos a ver los números y todo esto y para empezar nosotros no teníamos una nómina, por ejemplo. Entonces Jorge lo primero que dijo es, “ustedes se tienen que poner un sueldo y ese sueldo tiene que caer”. Eso fue parte de endeudarse. O sea, es como saber que ese dinero tiene que caer. Fue una de las cosas que...
DB: Sí, se le empezó a poner estructura, le empezó a poner planeación, entender cuándo va a haber dinero, cuándo no va a haber dinero.
VC: Y lo que vio Jorge es “güey, ustedes venden. Está chingón. Nada más hay que vender más seguido y hay que exponenciar como la venta y adicional a eso hay que nada más organizar un par de cosas internas y listo”. Nos hizo todo un plan y al primer año vendimos el doble. Y nosotros dijimos, ya güey, ya estamos. Entonces empezamos cada vez más y entonces contratamos más gente. Y literalmente lo único que nos faltaba era poner estructura.
DB: A ver, quiero entender algo de ahí, porque es algo con que todo el mundo nos atoramos en ese proceso de decir, ya vendo cosas. O sea, ya... Está comprobado que mi producto sí lo necesita gente porque ya me han contratado para otras empresas. Por eso empezamos el grupo. ¿Cómo empezaron a vender más? O sea, ¿cómo lograron hacer esto para el siguiente año? O sea, ¿qué crees tú que fueron algunas decisiones importantes o contrataciones importantes o cambios importantes que estos hicieron que todo lo demás pudiera seguir avanzando?
VC: Lo primero fue un plan de ventas. Nosotros no teníamos un plan de ventas. Decíamos, güey, conseguimos lo que vendimos ahorita para Santander, lo que hicimos para tal. Entonces no había un plan de ventas. Ahorita suena como muy obvio porque ya hay muchísimos desde tutoriales, programas, todo para generar un plan de negocios. Todo el mundo era como... Mi mismo papá me decía, dedicándose a las ventas, me decía, güey, ¿tienes un plan de ventas? Yo no, güey. O sea, se está vendiendo y ahí vamos.
DB: ¿Pero qué es un plan de ventas? ¿Cómo se ve un plan de ventas?
VC: Era decir, güey, a ver, o sea, en este último año vendimos tanto, ¿cuánto nos tocaría vender por temporada para cumplir esa misma cuestión? ¿Y cuál es el plan que tenemos que hacer para que eso realmente ocurra? Entonces era un plan de seguimiento con clientes, un plan de seguimiento de newsletters y era un plan de estar cercanos a ellos, de que la persona de ventas no solamente atendiera, no fuera solamente servicio a cliente, sino también fuera una persona que prospectara y que generáramos un plan de referencias. Oye, güey, una pregunta, ¿quién crees que le podría gustar lo que estamos haciendo? Ah, güey, yo tengo un cuate que habla en City Banamex, güey. Ah, yo tengo un cuate en tal laboratorio. Entonces de esa manera empezamos a hacer eso y empezamos también a segmentar nuestro mercado. Entendimos que lo que hacíamos no solamente le entraba a las grandes empresas, que eran nuestros clientes finales. Que ciertamente es como los mejores, pero también hay agencias de eventos que decían, güey, yo quiero cosas diferentes y entonces también empezamos a trabajar con agencias. Y empezamos a ver qué marco teníamos que generar en distintos segmentos para poder empezar a ser más rentables y demás. Siempre el mercado de servicios es mucho más rentable, porque al final cobras por algo que sabes hacer. Y a mí, por ejemplo, pues eso para mí es de las formas emprendedoras más chingonas que hay. O sea, si tú tienes un talento y sabes que, güey.
DB: Siento que menos inversión requiere para arrancar.
VC: Claro, güey, porque eres tú tu tiempo. Tienes un precio, porque al final.
DB: Exacto, pues tienes que arrancar.
VC: Sí, güey, porque tú te enfermas y a la mera hora vale para pura madre. Pero ciertamente tú eres ese talento. Entonces, al final yo sé, por ejemplo, yo sé que nunca me voy a morir de hambre, porque en el peor de los casos, cuando más hundido esté, yo voy y me paro en la calle, empiezo a hacer magia y pido dinero. O sea, queremos ciertamente que haya una este, no sé, que haya un beneficio de lo que hacemos. Y creo que para mí la parte de servicio siempre ha sido súper chida por eso.
DB: A ver, quiero nomás hacer más énfasis en esta parte. Es un poquito más específico porque es de lo que más nos va a servir. ¿Cómo se veía ese plan de ventas? O sea, dices ok, no, prospectar. Dices, no nada más atender. Si me pudieras todavía tratar de saber un poquito más, decirme, a ver, ¿qué significa? O sea, contratar más gente que estuviera prospectando. ¿Cómo prospectaban? ¿Qué hacías? ¿Tenías una presentación ya armada?
VC: Yo soy, yo honestamente digo y te lo voy a decir con toda la neta, yo no soy muy buen referente porque creo que tuvimos mucha suerte. O sea, lo que empezó a ocurrir fue nuestro trabajo referenciado fue exponencial. O sea, una persona lo veía y se lo recomendaba a tres. Porque ¿qué es lo que pasaba? El director de marketing, es que también es muy importante decirles a la gente qué es lo que hacemos, a todo el auditorio decirles qué es lo que hacemos. En Imagic nosotros nos dedicamos a incorporar el asombro como herramienta estratégica de comunicación para las empresas. Todo el mundo dice, ah, suena muy chido, pero ¿qué es? Nosotros tenemos tres grandes rubros que hacemos. La primera es conferencias y capacitaciones, en donde yo como talento de la compañía, yo hago lo que más me apasiona, lo que más me gusta. Yo voy y me presento y hago conferencias motivacionales e inspiracionales que a través del mentalismo yo puedo darles esos mensajes. Está padrísimo y todo. Y eso es como lo que aboca a mi parte de lo que a mí me gusta hacer. O sea, yo sigo siendo alguien sumamente feliz porque puedo seguir haciendo eso. Me paro en escenarios, ahora corporativos, pero me paro en escenarios. Yo siempre, para mí siempre fue mi gusto. Entonces, esa parte, yo soy un producto de la compañía. Mi empresa lleva mi especie como de management, pero mi empresa me coloca con varios rubros de speakers y todo eso, para que yo vaya con eso. Cabe destacar que todo lo que nosotros hacemos en Magic es business to business, B2B. Nosotros nada más le damos servicio a empresas. No hacemos nada a consumo.
DB: ¿Fue una decisión por consecuencia o consciente? Decidas que no vamos a agarrar nada más que no sea...
VC: No, yo creo que consecuencia y fue consciente posteriormente, porque claramente vimos que el mercado corporativo tiene un alto adquisitivo. Las marcas tienen muy buen budget para poder invertir en cosas nuevas.
DB: Aunque tardan más en caer a veces, ¿no? En decir va y en pagar después.
VC: Y eso fue, obviamente, pues un tema que aprendimos después a administrar. Pero claramente las empresas, para nosotros, dijimos este es el mercado donde queremos ir. Eso fue un producto. Otro producto son productos que llamamos Golden, que en ocasiones son las conferencias, pero trabajamos una serie como de actividades, de team building, todo involucrando a los miembros. Son herramientas que te sorprenden, cosas que tú haces que dices, güey, ¿cómo le hice?
DB: Sí, que no todo tiene que ser magia.
VC: Exactamente. Es magia, es mentalismo, es teatro. Son cosas que te asombren. Exactamente. Vimos, porque eso también, ahorita regresamos a eso porque es una anécdota muy interesante del por qué también nos fuimos a ese lado. Pero, ciertamente...
DB: Dímela de una vez. Dímela de una vez porque se nos va...
VC: Lo que ocurría era, con un cliente, dijimos, güey, hicimos, por ejemplo, creo que fue Beiersdorf, que son los que tienen Nivea, tienen Euserin, varias cuentas, fue su convención nacional de ventas y nos dijeron “güey, tenemos que hacer una presentación de nuestros nuevos lanzamientos y queremos hacerlo súper chingón”. Ah, bueno, pues a toda madre. Vamos a hacerlo de Harry Potter. Literalmente vestimos a los ejecutivos de marca, los vestimos de todos los personajes y les hicimos, les enseñamos a hacer magia y ellos hacían los actos con sus productos y lo presentaban a su fuerza de ventas. Güey, el impacto era así como, no manches, estuvo espectacular, estuvo increíble. Todo el mundo se acordaba de eso. Y entonces, al año siguiente nos llamaban y nos decían “güey, estuvo padrísimo lo del año pasado, ¿qué vamos a hacer?” No, pues ahora en lugar de Harry Potter podemos hacer, este... No sé, como de los ilusionistas, güey. No, no, lo de magia ya. Ya lo quemamos el primer año. Este año queremos hacer algo nuevo y nosotros, güey, así de solo sabemos hacer magia. Entonces ahí fue donde nos dimos un frontazo y fue parte de lo que la consultoría con Jorge nos empezó a dar. Empezaron a decir, güey, o sea, la especialización de todo esto es, tenemos que involucrar herramientas que sorprendan y la magia va a ser como el fundamento, que tiene el fundamento teórico que pueda ayudarnos a establecer qué herramientas pueden detonar ese mismo asombro. Y hay veces en donde involucramos magia sin que se vea como magia.
DB: ¿Tienes algún ejemplo de algunos de estos otros de otros conceptos que asombran pero que no son per se?
VC: Por ejemplo, esa misma cuenta, nos habló el año siguiente y entonces el año siguiente se tuvo que hacer algo porque fue decisión de ellos completamente de circo. Entonces, había un acto en donde hablaban de un aftershave, por ejemplo, ¿no? De, no me acuerdo, creo que era de Nivea de hecho y entonces uno de los ejecutivos de marca venía vestido de árabe y era el lanzacuchillos del circo. Entonces, no me juzguen por lo que voy a contar, pero fue una idea que nació de él. Dijo, güey, ¿por qué no agarramos al más feo de la compañía? Y después de hacerle lanzacuchillos, se vuelve el más guapo de la compañía. Se habló con los dos y dijeron sí, güey. Agarraron a un cuate y dijeron, “güey, te vamos a dar una pasada espectacular”, entonces lo metíamos dentro de una caja. Lanzaba los cuchillos y decían, güey, el aftershave va a hacer esto, ¿no? Y entonces aventaba los cuchillos y entraban los cuchillos a la caja y de repente se abría la caja y el cuate ya era el más galán de la compañía. Entonces, ese tipo de recursos por ejemplo, son los que utilizábamos sabiendo que, o sea, había algo que hacíamos para que el cuate se cambiara. Sí, claro, o sea, es un truco de magia, pero aplicado de manera creativa para que eso fuera, pues, en cierta manera, esos recursos fueron los que nos fueron cambiando cañones. O sea, ahí fue donde aprendimos a eso. Y la segunda parte es estos productos golden que nosotros trabajamos para empresas o para agencias inmediatamente. O sea, en ese aspecto trabajamos mucho con agencias de eventos. También como nosotros, porque ahorita voy a la tercer parte, también con nosotros hacen eventos, o sea, se dedican a producir la convención nacional de ventas de tal o el lanzamiento de producto de tal. La feria del calzado. Sí, pero dicen, oye, güey, quiero una actividad diferente, una actividad que esté increíble, que puedan involucrar o algo que sorprenda a mis invitados y todo este asunto. Entonces, nosotros tenemos ya ciertos productos ya hechos como con una ficha ya literalmente empacados y listo, así de güey. Empacado. Entonces, es un formato mucho más fácil de vender porque no requiere tanto de venta consultiva, es venta literalmente directa de estos productos. Oye, güey, esta actividad de team building al principio y al final, una dinámica donde participen todos que está poca madre que involucra magia. Chido. Entonces, esa segunda parte es el tipo de productos que trabajamos y tercero es la producción integral de los eventos que todo esto empezó a pasar de manera muy orgánica. Lo que pasó es que los clientes hacíamos de repente esto y veían el cuidado que teníamos de, oye, güey, es que no se vaya a ver la luz, es que esto porque es que este acto de magia tenemos que cuidar esta parte de aquí abajo porque no se debe de ver, etcétera. Y entonces veían que dirigíamos la iluminación, que dirigíamos el audio, que dirigíamos todo este asunto. Los clientes dijeron, güey, ¿tú me puedes producir este rollo? Y entonces empezamos a platicar con varios proveedores y demás y empezamos a coordinar proveedores para hacer eventos ya cada vez más grandes. Entonces, así fue como constituimos ya la agencia.
DB: Son tres productos más o menos distintos.
VC: Así es. Pero en el mercado corporativo. Entonces, de alguna forma, en momentos de vacas flacas de los eventos grandes, estamos con eventos pequeñitos en algunas cosas, en algunas activaciones y todo. En momentos en donde están los eventos más grandes, las conferencias son cuando bajan. Y así es. Y es como empezamos a integrar nuestro mix de productos para poder tener mayor estabilidad durante todo el año. Eso era otra cosa. Cuando sigue habiendo meses más bajos que sabemos que no hay manera, pero pudimos regularizar un poco nuestro flujo efectivo.
DB: Y entonces me empezaste diciendo, no soy un buen ejemplo de esto porque se empezó a mover muy rápido. Regresándome a la pregunta de cuál surgió todo esto, te decía por ejemplo, establecieron vamos a tener a un vendedor, dos vendedores que ofrezcan estos productos o ¿qué cambió en el sistema? O sea, ¿cuál es una especie de journey normal estándar de lo que tú tendrías que hacer hoy o qué hacen hoy para vender mejor?
VC: Yo creo que lo primero es, o sea, ya llegué a estas tres personas, pero de manera muy rápida. Creo que esto fue un aprendizaje constante. Internamente primero identificamos que teníamos un gran servicio a clientes. Que eso fue lo primero que dijeron, wey, poca madre. O sea, nos encanta. Empezamos, primero toda esta consultoría empezó con una evaluación a clientes. Les hablamos a todos los clientes y les dijimos, oye, wey, va a haber unos cuates, una consultoría, unos auditores, digamos, como tal, que te van a hacer una encuesta de lo que has trabajado con nosotros y tú estás dispuesto, ¿sí? Todo el mundo dijo que sí. Entonces, esta agencia lo que hizo...
DB: Qué chingón y qué duro, pero qué chingón.
VC: Sí, claro. Dijeron, wey, es que la única manera es preguntar a los clientes. Entonces, le empezaron a preguntar oye, wey, ¿cómo te atendieron? ¿Qué te pareció el costo? ¿Qué te pareció el delivery? ¿Te pareció que fue profesional? ¿No te pareció que fue profesional? ¿Qué le sientes que le falta en Imagic? ¿Qué sientes que no le gusta? ¿Qué te gustó que te vendieran, pero que no le ofrecieron? No sé. Todo esto. Y entonces, eso se concentró en una base de datos y, bueno, no en una base de datos, o sea, en un análisis. Y después de eso, nos ayudaron a interpretar todo eso para decir wey, a ver, Imagic ahorita está así. Sus ingresos son de tales compañías, esto representa el tanto por ciento, estamos dejando ir un X porcentaje de tanto porque el mercado es de este tamaño, podemos lograr esto, el nivel de ticket, o sea, promedio es de tanto, o sea, digo, yo no tenía ni idea de esta información, wey. No habíamos hecho un análisis nada de esto. Entonces, quien esté escuchando como en este momento, wey, así de cómo avanzo y todo eso, lo primero que deberías de hacer, por lo menos en mi experiencia lo que me ayudó es, haz un análisis con clientes, pregúntales a tus clientes de ti, pero no tú, alguien más.
DB: Aunque sea tu empresa, pero despistadamente, ¿no? Asignar a alguien y tú encárgate de hacer estas llamadas.
VC: Y la verdad es que los clientes se sentían muy cómodos hablando de nosotros porque también habíamos hecho un buen trabajo y todo, y también con los clientes que la habíamos regado, los trataron y dijeron, wey, a ver, en qué la regamos, qué pasó, qué no te gustó, qué es, o sea, y ahí fue donde vinieron los cocolazos y fue cuando ya nos dimos cuenta de qué cosas tenemos que mejorar. Entonces, eso claramente nos dio una perspectiva global de lo que había que mejorar en la compañía. Entonces, dijimos, wey, este proceso de ventas tiene que ser de esta manera, el proceso en el que vendimos esto estuvo mal, entonces hay que hacerlo de esta manera, y entonces empezamos a documentar los procesos de la compañía, porque o sea, vendíamos ahorita como Víctor quería, este, como Alan decía, o hay que preguntarle a Víctor si está bien o no. Ajá, exacto. Y entonces, también otra de las cosas que empezó a ocurrir dentro de Imagic es que la gente ubicaba que dentro de Imagic era con Víctor, con nadie más. Víctor era el que dominaba, Víctor era el que hacía y todo. Entonces, después había un momento donde si Víctor no estaba, Imagic no funcionaba. Entonces, como todo emprendedor, creo que lo que creo que nos fue muy funcional y muy importante el poder nos dar cuenta es cómo crear esa institucionalización de la compañía para que empezara a tener su propia vida y no viviera a través de mí. Ciertamente, por el tipo de producto y de servicio que nosotros damos y por la historia que les he contado hasta ahora, claramente yo soy un asset importante de la compañía. O sea, si Víctor no está...
DB: Pero estás consciente de eso. Ya lo tienes claro.
VC: Y ya hay un momento claramente conmigo en donde sí, ciertamente, si yo ya falto, ya hay cosas que se pueden hacer. O sea, ya hay cosas en las que pueden... O sea, ciertamente hay una... ¿Qué estaba diciendo?
DB: Que ya lograste llegar al punto en que hay cosas que aunque tú no estés, suceden y pueden avanzar. Yo te quería preguntar, ¿en qué punto empezaste esta parte de…? O sea, porque lo que uno a veces piensa, o me pasa, estamos en una empresa donde digo, es muy temprano para empezar un proceso así o me conviene hacerlo lo antes posible. ¿En qué etapa tú de la empresa empezaste a hacer estos procesos de consultoría, por así decirlo? De que te evalúen y te digan, bueno, va, mejora su turno por aquí.
VC: Pues yo creo que ya habíamos logrado… Primero, ya estábamos, para que tengamos como un contexto más real y no es así como de, ah, cuando estábamos facturando tanto. O sea, ya nosotros ya estábamos rentando una oficina. O sea, eso también para empezar fue como un momento en donde ya sabíamos que ingresaba dinero. Ya estábamos rentando una oficina, ya estábamos con una nómina específica. Todos ya decíamos, güey, a ver, vamos a querer ganar tanto y tanto y tanto, ¿no? Y con eso fue avanzando y sí fue un momento en donde teníamos muy claro que no estábamos vendiendo, que había algo que estaba pasando que no estábamos vendiendo más. Y decíamos, ¿qué necesitamos? Necesitamos más gente. Pues sí, güey, pero si más gente, ¿qué les digo? ¿Qué les enseño? ¿Cómo les hago? ¿Cómo prospectamos? Entonces, la estrategia claramente después de eso fue tomar literalmente un camino específico en donde habíamos sido muy buenos, que era en la recomendación. O sea, si habíamos generado muy buenos resultados con clientes, entonces aprovechar esos clientes para, uno, para la recompra, o dos, para cambiarnos a otro lado, ¿no? Bueno, generar otras ventas por otros lados. Entonces...
DB: Para salir ese estancamiento de lo que más funcionó fue enfocarse en eso, en las referencias.
VC: Fue en las referencias. Después de haber entendido que eso era lo que...
DB: Claro, claro, claro. No es para todo mundo, pero es eso. Identificaron una cosa en particular y dijeron, vámonos sobre eso.
VC: Y sobre eso fue que al año siguiente vendimos el doble. Y fue como, güey, claro. Entonces, o sea, teníamos que ver de qué manera cuidábamos más estos cuatro. O sea, hubo un momento donde un cliente respondió en la encuesta pues es que me hablaban nada más en enero. Después ya no me volvían a hablar. Y nosotros... Claro, güey, ¿no? Entonces, pues, o sea, nosotros no hacíamos un trabajo de, de, de... Entonces, hicimos un evento en donde invitamos a todos nuestros clientes y les enseñamos todos los casos de éxito a otras compañías. Entonces, eso fungió como también un momento en donde dijeron, güey, claro, está poca madre porque ya sé qué es lo que han hecho con otras compañías. Tal vez yo lo puedo hacer en la mía. Entonces, empezó a hacer un caldo creativo en donde todo el mundo dijo, güey, está increíble. Oye, ¿cómo lo que hiciste con tal? Entonces, ya también vimos. En ese entonces tampoco había redes sociales como ahora. Pero vimos que el pavonear nuestro trabajo, el decir, güey, esto hicimos. Entonces, empezamos a hacer un newsletter con esto es lo que hicimos con esta marca, y esta, y esta, y esta. Y eso también nos obligaba a tener trabajo, güey, ¿no? Porque al final era como viene... Entonces, sí queríamos como tener cosas y todo, y eso empezó a generar un resultado.
DB: Oye, a ver, está, digo, no sé si te estás dando cuenta de esto, pero esto es oro lo que estás contando. Está muy chingón y quiero saber también, por ejemplo, esta parte de los eventos. Es algo que cualquiera, entre comillas, podría, podría replicar, un evento para invitar a tus prospectos y demás. ¿Me puedes aterrizar un poquito cómo, o sea, cómo hiciste esto? ¿Cuál fue el gancho para que sí quisieran ir? Porque yo digo, güey, como, ¿por qué iría, no? Este, ¿por qué voy a ir a un lugar tipo tiempo compartido donde van a querer vender? ¿Cómo lo, cuál fue el framing para que funcionara?
VC: Sí, el framing creo que tienes razón. Tal vez yo lo veo porque lo he hecho siempre. O sea, fue, en principio era un evento para celebrar. Eso es como el cumpleaños de Imagic y queremos que vengas con nosotros y que platiques porque la verdad es que, y también había tres o cuatro en donde güey, nos encantaría que platiques con otros clientes tu experiencia, nos encantaría que les platiquemos este caso de éxito que estuvo súper chido y que pues valió mucho la pena y veremos a ver qué tal.
DB: Entonces, es de varios tipos. Los que ya habías trabajado con ellos y tuvieron caso de éxito y les decías, oye, quiero presentar tu caso.
VC: Claro y algunos prospectos también. O sea, habíamos contactado un par de clientes que les habíamos mostrado nuestra presentación, pero pues había dicho, ah, está muy padre, está interesante. Cuando tengas algo, invítame. Pero claramente, en el mercado corporativo es un mercado muy difícil porque no puedes invitar a clientes. O sea, no le puedes decir, este, no sé, al director de marketing de Farmacias del Ahorro, este, oye, ven, te invito a un evento de, este, de la Convención Nacional de Ventas de Bacardi, o sea, claro, porque en principio Bacardi me va a decir, güey, yo no quiero ni a nadie que esté aquí, comparten estrategias, todo ese asunto. Entonces, es bien difícil ese tema. Para nosotros, eso se volvió una oportunidad.
DB: Pero por eso es bien valioso que estés compartiéndome esto, porque yo quiero saber cómo está la vuelta.
VC: Claro, entonces, ahí fue donde dijimos, güey, o sea, este evento les va a enseñar todo lo que hacemos, incluso hasta podemos hacer un par de demostraciones ahí, eh, para, parece como una especie de showcase, como cualquier cantante que dice, güey, voy a demostrar, o sea, una parte de mi disco en Perisur, ¿no? Este, exactamente igual, eh, nosotros queríamos hacer un evento showcase, un poquito para poder, como, demostrarles todo lo que hacíamos y demás. Entonces, les dijimos, güey, es un evento de celebración, queremos invitarte a los siete años de Imagic, etcétera, y este, y nos encantaría contar contigo, eh, rentamos un salón en un hotel en Polanco, que se viera formal, y entonces dijimos, güey, ¿por qué no...?
DB: ¿Les dijiste qué iba a pasar en ese evento?
VC: Eh, no, les dijimos, oye, vamos a... Sí, es un evento de celebración, este, va a haber una presentación muy breve, este, de aproximadamente unos 40 minutos, y después de eso, un cóctel para celebrar y echar la copa.
DB: Comida gratis y pisto gratis también.
VC: Ah, claro, órale, vamos, entonces, sí, con eso se, se apuntaban más. Y ahí fue donde dijimos, güey, ¿sabes qué? Este, esto puede funcionar, entonces, llegaron todos los clientes, eh, cuatro de ellos expusieron su caso de éxito, oye, hemos trabajado...
DB: Los que expusieron, ¿bajo qué condición llegaron?, o sea, les dijiste, oye, me encantaría hacer esto, ayúdame, claro, o les dices... O te pago…
VC: No, no, no, para nada, o sea, fue, vaya, eran clientes con los que llevábamos muy buena relación, hicimos muy buena amistad también con ellos y todo, y fue como, oye, güey, pues, este, dime una cosa, mira, por ejemplo, uno de ellos era Visa, eh, con Visa hicimos un programa de educación financiera para niños, en donde era una, eh, una obra de teatro, que simulaba una conferencia de un contador, super nerd, de esos cuates así, que, este, están todos retraídos con los lentes y, este, y así, ya sabes, y la verdad es que, este, llegó un momento en donde de pronto, eh, dijimos, güey, o sea, puede, puede enseñar la magia, finanzas, entonces, era un contador, que era muy nerd, estaba, era muy, este, como, muy, muy retraído, pero, eh, experto en las finanzas, y nervioso, y este cuate que quería hablar acerca de los números y de todo, y resulta que, eh, había una persona en la audiencia que era el contador del mago Merlin, y, este, el que manejaba las finanzas del mago Merlin, y esa persona se llamaba el profesor Q. El profesor Q empieza a hacerle una serie de preguntas a este personaje, lo empieza a poner nervioso, y entonces de pronto dice, pues da tú la plática, y entonces acaban dándola juntos, en donde les enseñan a los niños qué es el crédito, qué es la, este, el uso de una tarjeta de crédito, este, qué es un interés, eh, cómo, cuánto es importante ahorrar y todo. Pero era una obra de teatro, se opina, y con magia les enseñábamos, por ejemplo, cómo debían de ahorrar, cuando de repente, por ejemplo, había un, un acto en donde, este, eh, le decía al profesor Meneses, que se llamaba el contador, le decía al profesor Q, el ahorro es muy fácil, profesor, mire, entonces agarraba un bote de basura, y tomaba un popote que había ahí dentro, y decía, por ejemplo, si yo el primer día, el domingo, tomo diez pesos, lo meto en mi cochinito. Después, el siguiente domingo, meto otros diez pesos, y iba cortando el popote, y cuando se acababa de cortar el popote, el popote, o sea, quedaba en trizas en el, en el bote de basura, y decía, pero qué pasa si yo lo dejo crecer en el banco, y de pronto, del bote de basura, aparecía un popote gigante. Entonces la gente, se quedaba sorprendida y todo, y decía, eso es lo que pasa con el ahorro.. Entonces, ese caso de Visa, por ejemplo, fue a la Reserva Federal de Chicago, esa obra de teatro, fue, este, a Puerto Rico, se fueron a, este, a Panamá, se fueron a Guatemala, se fueron, este, en la ciudad de México, recorrimos en estados, y era una obra de teatro que les ayudaba a los niños a, a entender, finanzas prácticas, ¿no? Entonces, por ejemplo, ahí, pues, hicimos muy buena relación con las personas de Visa, y yo les dije, oye, me encantaría que les dijeras a todos nuestros otros clientes y prospectos el caso de éxito que tuvimos, y me encantaría que, pues, este, les platicaras cómo te fue, ¿no? Exacto. Entonces, era como, oye, queremos mostrarte como un caso de éxito y que des un poquito tu testimonio, pero nosotros les platicamos a toda la gente ahí, oye, mira, lo que hicimos con Visa fue esto y esto, y entonces mostramos unos videos y algunas cosas, y aquí tenemos a la directora de marca de visa, por favor, adelante, entonces, eso fue con Visa, fue con Santander, con unos, un par de clientes con nombres muy pesados, y entonces otros clientes que estábamos prospectando y todo, pues, vieron, oye, estos cuates trabajan con Visa, trabajan con Santander. Oye, aparte está ahí la persona directora de marketing, se acercan con, oye, cómo te fue para esos cuates, qué chingón. Entonces, era, la verdad es que un ambiente muy bueno, y a partir de ahí, por ejemplo, también se detonaron muchísimas oportunidades.
DB: Qué buena, qué buena idea, qué buena idea. A ver, ¿cuándo es cuando sentiste que ya se había armado? O sea, ¿cuándo entendiste…? Porque aparte, bueno, por alguna extraña razón, también ya estás haciendo las dos cosas que te gustan en una, ¿no? Que es la parte de la magia o tal, y los negocios en un... Tu papá va a estar muy contento porque dice, bueno, sí, sí, haciendo lo que tenía que hacer, ¿no? Su empleo formal, ¿pero cuándo es donde te diste cuenta que ya, ya esto está funcionando y ya puedo, entre comillas, relajarme? O sea, aunque implica chambear constantemente, pero me refiero a una onda de ya al menos sé que estoy chambeando en lo que en lo que, o sea, estoy cavando en la dirección correcta.
VC: Yo, yo quiero decirte, Diego, que es parte como del, del mensaje que siempre quiero dar es, yo siempre sentí que estaba en el camino correcto. O sea, yo siempre sentí que estaba cavando justo en el túnel adecuado y, o sea, y dije, esto es, o sea, esto tal cual. Entonces, creo que eso es, es algo que yo...
DB: Pero no lo habías confirmado, lo sentías.
VC: Sí, exacto, como que lo sentía y todo y ya.
DB: O sea, mientras estás comiendo en el puesto de tacos así en la calle, de guisado, ¿cómo confirmas el yo siento que voy ahí, pero ahorita no está entrando lana?
DB: Totalmente, creo que, o sea, pero reitero, siempre había algo que decía, güey, o sea, sí, sí es por ahí, nada más hay que encontrar la manera y todo. Entonces, obviamente, hay momentos en donde te topas con pared y tienes que buscar alternativas y efectivamente es como, güey, estoy, estoy sin lana, ¿qué hacemos? Pero nunca hubo ese asunto de decir, güey, no, me voy a dedicar a otra cosa porque para mí no había otra realidad, o sea, para mí no hay otra realidad en mi cabeza, ¿no? Creo que más bien esa actitud emprendedora que creo que siempre he tenido de decir, güey, o sea, hay que, o sea, que salga, tiene que salir, güey, a ver de qué manera. Y sí, ciertamente tienes que estar muy, muy abierto a que de pronto no estás en el camino correcto, ¿no? Pero también mi socio decía que hay, que tiene que haber como ciertas caricias al alma emprendedora que es como esas cosas que dices, sí, güey, sí estoy en lo correcto, ¿no? Y había cosas de repente cuando estábamos bien atorados y no salían y todo de pronto nos dábamos cuenta que había decisiones que teníamos que hacer, que nos estaban costando trabajo, pero que cuando las hacíamos de pronto todo se desatoraba. Y esto pasa, no sé si te ha pasado a ti, pero ahí es como güey, es que no sé, es que esto y demás, la vez pasada leí una frase que decía la gente prefiere decir estoy estresado que decir estoy tratando de ocuparme de las cosas que no sé resolver. Y creo que es eso.
DB: ¿Te acuerdas de alguna cosa específica que dices atoramos esto y empezó a fluir?
VC: O sea, la verdad es que hubo un evento justo cuando apenas empezábamos, que nosotros queríamos hacer nuestro nuevo show, así como el hilo negro, queríamos hacer un nuevo show que se llamaba Humánica, ¿no? Para turear con eso. Sí, claro. En nuestra filosofía de decir, güey, el entretenimiento, B2C, vamos a ir a consumo directo, la gente vaya a comprar un boleto, todo ese asunto.
DB: Qué en pandemia hiciste eso
VC: Ahorita vamos con ese rollo, pero yo ciertamente dije, güey, voy a hacer algo con eso, entonces necesitamos capital. ¿De qué manera lo conseguimos? Y conseguimos un contacto, ya sabes, del amigo del amigo del amigo que era directora de Recursos Humanos de Nextel en ese entonces. Y esta chava era, pues, amiga referenciada de otros amigos. Y ella estaba haciendo su pitch para su convención anual que iba a hacerse en Cancún. Un evento en ese entonces de medio millón de pesos. O sea, para nosotros era así como... Entonces, pues el amigo financiero que teníamos en ese entonces, no estábamos como muy bien armados, pero el punto era que dijimos, güey, vamos a anotarnos ese pitch. Y esta señora nos dijo, güey, o sea, yo los puedo elegir a ustedes. Y ya pues dijimos a toda madre. Y nos dice pero con una lana, ¿no? Y nosotros...
DB: Que pasa en muchas industrias. Como una onda de pues yo escojo, pero ustedes me dan un porcentaje.
VC: Entonces nos dijo, tú me das un porcentaje y yo te elijo a ti, entre todos los demás. Entonces nos volteamos en ese entonces, era justo un momento en donde no teníamos dinero, en donde...
DB: ¿Se los dijo así cara a cara?
VC: Sí, sí. Bueno, por teléfono. Bueno, entonces le dije a Alan, entonces, ¿qué hacemos, güey? ¿Le entramos?, sería una única ocasión, o sea, esto está mal. Y como queriéndote escudar en el, bueno, es que técnicamente, o sea, le estás jineteando dinero a su empresa, no a nosotros. O sea, entonces como que...
DB: Sí, como que te quieres convencer de...
VC: Te tratas de convencer, engañándote honestamente de las cosas, pero sabiendo que, o sea, güey, está mal. Le dijimos, pues una única vez, vamos a conseguir para financiar este nuevo show, y la chingada. Pues va. Hicimos toda la planeación de... O sea, le dijimos que sí. Sí, le dijimos que sí, todo este asunto. Hicimos la planeación, hicimos la presentación, y todo. Entonces, nos eligieron a nosotros. Y en ese entonces, todavía no estábamos constituidos. O sea, estábamos como persona física con actividad empresarial, pero no era una empresa. Oye, pues, tu acta constitutiva, y nosotros no tenemos, oye, y tu alta ante hacienda, no tenemos, entonces, fue de, güey, vamos a hacer la empresa. Entonces, hicimos nuestra razón social. Nos dimos de alta ante hacienda, y todo este asunto. Metimos nuestros papeles, y todo. Y fue preguntar de cuánto es el presupuesto. No, pues, de 500 mil pesos. A todo dar, y entonces, empezamos con esto, y todo. Y nosotros dijimo oye, pues, necesitamos un anticipo para empezar. No, no, no, tú tienes que financiar todo. Entonces, ya fue donde le dije a esta chava, oye, o sea, yo no puedo financiar esto. Estamos empezando, y todos somos buenos, pero no tenemos para financiarte, o sea, 400 mil pesos. A ver, voy a checar con el área legal, y entonces, checó con el área legal, y llegó a nosotros un pagaré. A ver, el pagaré es porque si tú te vas con la lana, y no te presentas, pues, te lo voy a hacer efectivo. Entonces, dijimos, bueno, pues, sí, firmamos el pagaré. Y nos fuimos, y yo me acuerdo que fue el día que estábamos ya saliendo, que ya habíamos pagado a los proveedores, ya se habían ido todos a Cancún, porque íbamos a hacer un eventote para 500 personas. Ya se viene todos para allá, y nosotros estábamos en la sala de espera del avión, estaban ya llamando a los últimos, y yo estaba checando la cuenta de banco para que tuviéramos ya el dinero, nos llega el dinero, y, y entonces, nos fuimos, yo me fui en el avión, y llegamos, montamos el evento, y llegó la ejecutiva, nuestro contacto, la directora de recursos humanos, así señorita, así licenciada, claro que sí, con mucho gusto, y entonces, de repente, llegó a ver el salón, y cuando nos ven el salón y todo, dice, ¿qué es esta mierda? ¿Esto qué? ¿Esto se ve horrible? Claro que no, me van a matar, claro que no, sálganse de aquí.
DB: ¿Esta persona era la misma que los contrató?
VC: No, la misma que nos había agregado el deal, y nos había dicho que sí, este asunto, yo dije esto no huele bien. Total que, dijo, ¿sabes qué? Lárguense, desmonten todo, porque ahorita voy a meter otro proveedor, y en cuestión de una hora y media, entró un proveedor, así, ¡fum! y empezaron a montar y ya lo tenía todo, y entonces dije, híjole, ¿sabes qué? Ya vale, entonces al final, este, de ese día, me acerqué, y le dije, oye, habíamos quedado en algo, entonces me dijo no te quiero hablar, y te voy a hacer efectivo el pagare el día lunes, esto fue un viernes. Yo me acuerdo de haber regresado en el avión, me recargaba en la ventana, se me salían las lágrimas del coraje, y decía, ahora, ¿qué voy a decirle a mis papás? Oigan, pues, ¿qué creen, hay que vender el coche? O sea, o los dos coches, porque, pues, para pagar 400, o sea, dije, ¿qué voy a hacer para pagar? Claro, o sea, es que regresar, regresar lo que te depositaron, y ella me dijo, ya, esto yo ya lo puse, ya todo, entonces.
DB: ¿Y qué negocio hacía ella? ¿Había cobrado su parte?
VC: No, todavía no, todavía no, nada de esto, entonces, claramente, ella tenía un deal, por aparte, o si efectivamente no cumplimos la expectativa que ella tenía, vete tú a saber, el punto es que eso estaba sucio, entonces, al final, dijimos, híjole, pues, qué malo, entonces, regresé con nuestro abogado, el que nos había hecho la acta constitutiva, y me dijo, a ver, pues, vamos a hacer esto, elaboró un plan, grabamos a una persona que la conocía expresando el plan de que sí se iba a llevar un dinero y todo este asunto, y llegamos a la negociación con ese audio, para poder como suavizar el tema, y decir, a ver, ya gastado, ya aquí está facturado, y todo este asunto, ya, yo me acuerdo, Diego, que esa semana, que era un miércoles, o algo así, que habíamos ido, teníamos 400 mil pesos en la cuenta, se había dado este asunto el viernes, y para el viernes de la siguiente semana, que ya se había solucionado todo, teníamos de nuevo 0 pesos en la cuenta, y mi socio decía wey, es el curso, es el curso de 500 mil pesos más caro que nos ha costado en la cuenta, y ahí, por ejemplo, me cayó el 20 y dije, wey, no, o sea, las cosas se tienen que hacer correctamente, las cosas se tienen que hacer bien desde el principio, y si tú te auto engañas, wey, te estás haciendo wey tú solo. Es la realidad. Entonces, pero todo tiene un efecto positivo, pues, y fue que si no hubiera sido por eso, no hubiéramos constituido la compañía, no nos hubiéramos dado de alta, y no hubiéramos podido empezar...
DB: Es otra versión del consejo de endeudarte. Como que ahora pues, yo ya tengo todo esto, ¿y ahora qué hago, no
VC: Exacto. Ahora, justo como lo dices, creo que el chiste de esto está en, tal vez no era endeudarte, sino era como, juégatela, wey, o sea, juégatela, porque si no te la juegas, no sabes. Y yo el emprendedurismo, o por lo menos como yo lo veo, es mucho como funcionan los bambús, no sé si sepas, pero el bambú es de las pocas plantas en el mundo, que tiene un crecimiento que, cuando lo siembras, sale un poco el bambú y tarda, no recuerdo, pero aproximadamente entre unos siete y nueve años en hacer raíces suficientes, y tú crees que no ha crecido, pero es porque tiene que hacer los cimientos necesarios, y de pronto, en cuestión de un año, se multiplica a veinte veces su tamaño. Y justamente la experiencia que yo he tenidocon el emprendedurismo es exactamente igual, o sea, es que, güey, necesitas crear tus cimientos suficientemente fuertes para que cuando crezcas, cuando te levantes, cuando estés allá arriba en la altura, güey, cuando estés, o sea, no te dé miedo de bajarte, güey, porque sepas que estás bien constituidos de abajo.
DB: Está chingón ese ejemplo, porque si lo veo así como estando, sientes que no avanzas. O sea, hacia afuera parece que no estás avanzando, la gente te dice como, pero tienes todos estos planes y tal, pero sabes que por dentro de pronto ya tienes una estructura más formal, ya tienes una forma de trabajar más entendible, no se ve, pero ya está todo preparado para entonces ahora sí empezar a acelerar.
VC: Y cada cosa que tú haces, a veces dices, puta, perdí mucho tiempo, güey, ay, es que perdí, o sea, este tiempo no, no, no, no valió la pena. No, güey, cada cosa que tú hagas por pequeña crea un, un, o sea, va creando kilometraje, güey, ¿no? Y entonces ya cuando llegas a un punto, cuando tienes que tomar decisiones y dices, güey, ¿me la voy a jugar o no me la voy a jugar? En ese momento se crean decisiones chingonas, güey, o bueno, asumes decisiones chingonas. Yo recuerdo un momento donde estábamos ya, eh, yo creo que ya teníamos unos, esto fue hace once años. Y eh, estábamos en un momento en la compañía en donde ya, en donde habíamos dejado de vende, un estancamiento ahí, no estábamos logrando sobrepasar, y le habíamos echado el ojo a un evento que hacía eh, una compañía, una fundación, Fundación Telmex en el auditorio, que se llamaba México Siglo XXI. Y nos habían invitado a participar, de hecho yo participé ahí como facilitador en una dinámica y todo esto, y en algunas actividades y todo, y era un evento, es un evento enorme, muy grande. Y los speakers que llevan y todo. Es así, o sea, de lo más cañón que hay. Y muy secreto, pues es que, es que como es para los becarios de la Fundación solamente, se hace de manera gratuita para ellos. Pero el punto es que le habíamos echado ese ojo y dijimos, güey, estaría increíble este, producir ese evento. Estaba padrísimo, por la complejidad, por los speakers, por todo, ¿no? Y por el aporte creativo que le podíamos dar, porque vimos que estaba muy desperdiciado en esa parte, entonces decimos, güey, hay cosas muy fregonas.
DB: Era algo muy corporativo, y el público no era el público corporativo.
VC: Exacto. Entonces eran jóvenes, al final, o son jóvenes. Entonces dijimos, wey, podemos hacer algo muy fregón ahí. Entonces yo recuerdo que ese año, en donde literalmente ya estábamos al borde de, o sea, neta estuvimos a borde de cerrar. Dijimos, pues sabes qué, tal vez ya se acabó aquí, ya tal vez ya fue este último y...
DB: ¿Ya estabas casado?
VC: Sí, ya estaba casado.
DB: Entonces doble presión, ¿no?
VC: Ajá. Y de esas veces que dices… Wey, era el primer año de casado. Esa vez mi esposa me vio llorar en el comedor de la casa. Estaba viendo la computadora y se me salían las lágrimas. Y me decía, ¿qué tienes? Le decía, es que no sé con qué voy a pagar las nóminas en siguiente mes. Y aplicamos para pichar ese proyecto con agencias grandísimas, o sea, muy grandes, agencias enormes de eventos. Y éramos 12 agencias, imagínate. Y pues una de ellas era Imagic, ahí estábamos. Y entonces, pues dijimos, wey, esta es nuestra última tirada. ¿Vamos a cerrar? Esto es, o sea, pero vamos por todo. E hicimos una presentación.
DB: Pero tenías ideas para, o sea, porque dices, bueno, lo vendo, pero luego cuando caiga la lana...
VC: Mira, dijimos, wey, cuando ya, o sea, es un happy problem. Cuando ya lo vendas, ya ves qué haces, wey. O sea, ya con un contrato, ya podrías pedir un crédito al banco o lo que fuera, ¿no? A ver quién nos iba a prestar, pero el punto es que ya dijimos que sería un problema feliz. Ya después de eso. A ver, a ver qué pasa. Pero dijimos, wey, vamos a apostarla a todas, todas. Y entonces, ya habíamos hecho algún, o sea, un par de eventos, entonces sí teníamos infraestructura para poderlo lograr, pero claramente, o sea, sí estábamos en un momento muy raspado de la compañía. Entonces, llegó un punto en donde le dije, oye, wey, pues vamos con todo. Entonces nos fuimos y presentamos una, hicimos una presentación muy diferente, muy distinta. Y llegamos a presentarle a Arturo Elias Ayub, que es la cabeza de la fundación. Y Arturo, muy poker face como es él, dijo, está chingón. Muchas gracias, muy amable. Y nos fuimos. Y fue una semana en donde dijimos, pues tal vez ya, no sé, tal vez ya. Dijimos, está bien. Sí, habíamos creado un muy buen impacto. Dijimos, estuvo increíble. Y una semana después nos avisan que habíamos sido seleccionados para cotizar, o sea, para producir el evento. Y ese evento fue el que nos subió a otra etapa de la compañía. Ciertamente nos revivió, porque gracias a ese evento tuvimos el exposure que nosotros queríamos de vuelta. O sea, muchos clientes dijeron, orale, ustedes produjeron ese evento. O sea, como que sí nos dio esa segunda vida. También nos dio esa segunda vida de decir wey, podemos lograr cosas enormes, cosas grandes.
DB: O sea, no solamente te dio lo que necesitas para revivir, sino que te ayudó a empujar a crecer más, ¿no? O sea, tanto internamente como el exposure, pero internamente sí, bueno, vamos por más.
VC: Exactamente. Entonces, ahí ciertamente creo que sí estuvo increíble. Dije, wey, qué padre está haber hecho eso. Y Arturo, después de ese evento, dijo, wey, la neta es que, o sea, este ha sido el evento más chingón que hemos hecho, estuvo espectacular, estuvo increíble. Vayan pensando en el año que entra y todo. Y la neta es que viniendo de su boca fue un cumplidote, ¿no? Y dijimos, wey, y eso nos abrió paso con otras marcas y todo. Y fue un momento que nunca se me va a olvidar. Y creo que es nuevamente el mismo tema de wey, o sea, juégatelas a todas. Porque si no te las juegas...
DB: Pero lo que estoy viendo, o el petrón que estoy viendo, es que te ha caído más trabajo, más chamba, chambeando. Vamos a ejecutar algo y esa ejecución me trae más cosas y más cosas y más cosas.
VC: Totalmente. Y creo que eso es, o sea, trabajo atrae más trabajo, ¿no? Dicen que entre, o sea, tu suerte va en respecto a tu trabajo. O sea, es más suertudo el que más trabaja. O sea, y porque la suerte así llega, wey. O sea, es...
DB: Tengo varias preguntas más, wey, pero estamos sobre el tiempo y quiero respetar tu tiempo. Entonces, si me das 15 minutos, porque tengo varias dudas más. Es que luego sí, no, yo puedo preguntar muchas cosas. Pero, a ver, para no, para, para, para, tratar de abarcar lo más posible de las cosas, ya después podemos hacer una segunda edición. Creo que es importante tocar la parte de pandemia por la naturaleza de tu negocio, por la naturaleza de lo que estamos hablando y por lo que creaste en este espacio. Entonces, cuéntame, ¿qué pasó y cómo tuvieron que pivotear y cómo aprovecharon esta cosa de que hablamos de B2B y luego exploraron B2C y no le siguieron? Esto produjo la B2C, ¿no? Entonces, bueno, mientras que B2C. Entonces, si me puedes explicar un poquito qué pasó ahí.
VC: Llegamos, como todos nosotros, como todas las personas que estamos, que estén viendo esto, llegamos un buen día y nos dijeron, güey, a partir de ahora está cerrado, no sabemos hasta cuándo y este, y pues nosotros creíamos que era de dos meses, o un mes o tres semanas, ¿no? Y dijimos, bueno, pues está bien. Y no quiero hacerlo muy largo, ¿no? Pero bueno, nosotros nos dimos tres meses para literalmente hacernos para atrás y observar qué es lo que estaba pasando. Tuvimos liquidez gracias a una venta y a varios otros factores que logramos. Tuvimos liquidez para que esos tres meses no ingresara nada y pudiéramos seguir percibiendo, no liquidamos gente, todo este asunto. También veníamos de un momento muy sano y aparte de eso, veníamos con buenas decisiones, un equipo muy comprometido, o sea veníamos con un muy buen armamento, ¿no? Pero nos dimos tres meses, así, literal, para decir, a ver, güey, hazte para atrás y observa qué es lo que está pasando. Porque eso nos daba... Si no nos daba...
DB: ¿Cómo hiciste o cómo haces para tener un equipo así comprometido?
VC: Yo creo que vuelvo a lo mismo de hace rato. Cuando tú inspiras esa pasión porque estás haciendo algo que realmente te gusta y sabe la gente que te partes la madre hasta el final y que te desvelas por sacar adelante las cosas con ellos, yo creo que ahí es en donde logras esa simbiosis. Yo creo que eso atrae a personas que creen en ti, ¿no? Y yo tengo la enorme bendición de tener a gente en mi equipo de trabajo que cree en lo que hago, que cuando yo abro la boca dicen, lo que tenga el que decir, ¿no? Pero creo que ha sido porque me ven que esto es mi pasión, esta es mi vida, no es mi negocio, no es así como de tengo mi dinero, ajá, no, se saben que si yo esto lo cierro es porque no tengo otra cosa que hacer. Al final hay una buena oportunidad y creo que también se genera con mucha empatía, ¿no? Sabiendo que ellos ahora forman parte de este gran sueño y que ahora ellos son los que hacen este gran sueño.
DB: Entonces diste para atrás tres meses.
VC: Nos fuimos para atrás y vimos cómo estaba el tema y dijimos, wey, a ver cómo está el asunto. Cuando vimos que iba para largo, dijimos, hay que reinventarnos y hay que empezar a hacer cosas virtuales, entonces empezamos a hacer eventos virtuales para ciertos clientes, ¿no? Obviamente lo presencial, pues, bye entonces todo era por Zoom, todo era por este Cisco, todo era por este... Ajá, porque aparte es esa otra cosa, cuando ves para un público general, a todo mundo le dices, metete por Zoom y listo. Pero aquí las empresas, cada una tiene, nosotros no usamos esto, tenemos que usar esto y eso otro pedo. Ahí fue donde nos tuvimos que super acoplar y dijimos, híjole, fuera todo un rollo, pero bueno, pues al final fue en pensar en cosas que se pudieran hacer a través de plataformas virtuales y que fueran chingonas, lo suficiente para que dijeran, wey, ahora vamos a hacer otro evento con tal, no sé, ¿no? Y ahí fue cuando empezamos en este recorrido y empezamos con esta cuestión y dijimos, está padre, porque nos empezamos a hacer expertos en algo que no éramos expertos en un tiempo record, que creo que fue lo que muchos vivimos, ¿no? Pero ciertamente le celebro a mi equipo de trabajo, a nuestro equipo que hicimos algo en tiempo record de muy buena calidad. Entonces, pues empezamos a volvernos expertos en mandar, oye, necesitamos mandarles unos kits a los ejecutivos y para que hagan su cata de manera virtual y a distancia y todo este asunto. Pero empezamos con ciertas cosas y todo y empezó a crecer en mí como, yo ya no estoy viajando, porque no, ya no estoy ahorita, vete a Cancún, ahora vete a Los Cabos, ahora Monterrey, ahora Guadalajara, ahora Puebla, o sea, ya mi ritmo, o sea, literalmente yo estaba encerrado en mi casa, ya no estoy viajando, ya no estoy con esta carga de trabajo, porque claramente la carga de trabajo también disminuyó. Para mí siempre me ha gustado el show y yo sí, o sea, también creo que siempre he estado en el mercado corporativo, pero estoy muy acostumbrado a que es un mercado muy diferente, es un mercado muy parco, es un mercado que a veces ni siquiera aplauden mucho, pues nada, muy bien, ya sabes, pero vaya, o sea, es un mercado diferente. Hay las fuerzas sociales dentro del grupo, invisibles, pero que está ahí. Claro, o sea, tú estás con tu jefe y no es así de ¿cómo le hizo este wey? No quieres hacer como ese rollo, o sea, más bien como que sí, dices ay, muy impresionante, muy impresionante. Entonces como que ciertamente es un mercado de cierta manera, pero siempre me ha traído el mercado, o sea, de persona que compra su boleto y dice yo quiero que me vayan y me sorprendan. Entonces dije wey, vamos a hacerlo, pero ahorita pues en cuestión en vivo estaba imposible, hicimos un experimento que medio no funcionó, o funcionó por muy corto tiempo, pero pues no estuvo vigente, entonces pues las curvas de COVID empezaban a subir otra vez y todo, y dijimos no, esto no, hay que volverlo virtual, entonces hicimos un show que se llamó The Mind Reader online, era una página web que tenía unos pues unas descripciones de lo que era la experiencia, esta era una experiencia que tú comprabas por casa o dispositivo, esto quiere decir que por un acceso, por un boleto tú puedes acceder en un dispositivo con la cantidad de personas que tú quisieras, orientado a que fueran entre cuatro y cinco personas máximo, pero si tú querías llevar a tu colonia entera en tu casa, podías ir. El chiste es que podías verlo con la cantidad de personas que tú quisieras en tu casa, el acceso era para una fecha y un horario determinado, y en ese acceso tenías que poner tu nombre completo, tu dirección y todo esto, y nosotros te hacíamos llegar una caja con ciertos artículos dentro que no podías abrir hasta que empezara el show, el show se daba por Zoom y era una experiencia de una hora y media en donde conectado a Zoom, tú lo podías conectar a tu tele o algo así, pero era como ir a un teatro virtual y conseguimos un partnership con unos cuates que están en Brasil que hicieron una plataforma que se agrega a Zoom totalmente increíble en donde manipulábamos las imágenes de todas las cámaras y las movíamos y las animábamos y todo esto. Y una vez que empezaba el show, tú abrías la caja y había ciertos artículos con los que yo podía leer tu mente a distancia. Y entonces íbamos seleccionando a personas completamente al azar y había personas en toda la República. Todas las caras se veían. Todas las caras se veían y todo esto y había momentos en donde era como ver un programa de televisión pero al final estabas involucrando gente en vivo que estaba conectada a través de Zoom. Y se conectaban entre 40 y 50 dispositivos cada viernes y duraba una hora y media y una vez que ya empezaba el show yo podía leer tu mente a distancia con estos artículos. Este show estuvo en cartelera un año, durante todo 2021. Y la realidad es que estuvimos muy orgullosos del producto porque no hubo nada igual en la Ciudad de México y en nuestro país. Y fuimos merecedores del premio Metro y al proyecto teatral digital del año de 2021. Entonces la verdad es que estamos muy felices de haber logrado eso. Y pues podías comprar tu boleto de toda la República mexicana. Había gente conectada al mismo tiempo de Durango, de Yucatán, de Nuevo León. Había gente de Zacatecas, de la Ciudad de México. Había de todo México. Y nuestro equipo se volvió experto en mandar cajas a toda la república. Entonces ciertamente nos dejó explorar ese business to consumer de una forma diferente. Fue algo distinto que hicimos. Y claramente fue algo que nos permitió, pues no sé, o sea, vaya, ser distinto.
DB: ¿Lo seguías haciendo?
VC: Lo seguimos haciendo todavía a principios de 2022. Un par de funciones en 2023 que nos contrataron unos clientes. Y después de eso ya lo descontinuamos. La verdad es que la gente después de pandemia estaba querendona de eventos presenciales. Y les decías, por ejemplo, ahorita lo estamos viendo, los invitas a un show de Zoom y es como...
DB: Sí, ya no quiero estar ahí.
VC: Sí, exacto. ¿Por qué no lo hacen en vivo? Ahí fue claramente un tema que sí nos ayudó muchísimo.
DB: ¿Y no te queda la cosquilla? O sea, a ver, ya me queda claro. La parte principal fuente de ingresos para la empresa ahorita es corporativo. Pero no te queda las ganas de rascarte esta cosquilla de decir si hago una temporadita en teatros, al público.
VC: Creo que sí.
DB: Claro está que durante este episodio hubo muchas personalidades que vieron el show.
DB: Y estuviste en tele y estuviste todos lados.
VC: Sí, claro. Hubo un exposure muy grande. Y eso también estuvo muy padre porque fue también algo que me dio como mucho alcance y todo. Entonces la gente ya me empezó a reconocer más como figura pública y eso también estuvo muy padre. Me convirtió, bueno, al menos así me llaman los medios, en el mentalista más reconocido de México. Entonces fue como o sea, fue como, wey, es este cuate lee la mente. Ah, qué chido, ¿no? Y la verdad es que este cambio que ahora persiguió esta nueva aventura, pues ciertamente abre muchos caminos que todavía no están explorados y que me encantaría. Yo cada vez que puedo de pronto me presento en algún lugar y todo el año pasado por ejemplo, hicimos una presentación en el Teatro San Jerónimo, reunimos a 500 personas y todos los... O sea, para un show mío y todos los boletos los donamos a una fundación para ayudar a niños con cáncer por ejemplo. Entonces eso también está padre. Y pues sí, ciertamente me queda claro que ahí hay muchas cosas que todavía se pueden hacer, así que yo encantado.
DB: ¿A dónde quieres llevar ahorita todo lo que estás haciendo? ¿Cuál es tu siguiente paso?
VC: Yo creo que es una pregunta muy difícil, Diego, no porque no tenga una visión o algo así. O sea, creo que la pandemia me dio una... O yo creo que a muchos nos dio una lección muy dura de a veces planear, uff, es complejo, es difícil porque no te puedes a veces dar la oportunidad de no sé, de decir ah, miren, cinco años, ¿no? Decía un ejecutivo con el que platiqué la semana, o sea, hace unas semanas, que el corto y mediano plazo que teníamos nosotros referenciado en 2019 era, pues, corto plazo decías en seis meses, ¿no? Mediano plazo en un año, largo plazo en cinco. Ahora tu corto y mediano plazo después de pandemia, o sea, corto plazo es el siguiente mes, mediano plazo los siguientes seis meses, largo plazo un año. O sea, nos ha cambiado esa perspectiva. Entonces, si me preguntas qué es lo que yo quiero hacer ahora, hacia dónde voy y demás, creo que es yo quiero seguir disfrutando la vida, quiero seguir disfrutando mi agencia, disfrutando de hacer las cosas que más me gustan y también pensar en ir creciendo, obviamente, ¿no? O sea, creo que Imagic siempre se ha tratado de una agencia que ha sido casa de talentos para que la persona que quiera y le apasione trabajar y le guste hacer lo que más le guste, ese sea un espacio seguro y confiable y aparte redituable porque te pagamos para que lo puedas hacer en el que puedas estar y puedas estar contento y feliz, ¿no? El ingeniero Slim dice que la pobreza se combate con el empleo, ¿no? Y yo creo que la gran vocación que tiene Imagic es a medida que nosotros podamos crecer es para que podamos generar más empleos y para que la gente viva una experiencia laboral chida, en un lugar padre que se diviertan porque nos divertimos haciendo lo que hacemos, hacemos cosas muy chidas, muy padres, muy diferentes, porque le damos vuelo a nuestra imaginación, le damos vuelo a lo que nosotros más queremos hacer y creo que eso es algo que ciertamente también nos sigue sorprendiendo a nosotros, ¿no?
DB: Te tengo que preguntar, porque no me voy a quedar con la duda, ¿cuál es un ejemplo de alguna práctica que tienen como empresa distinta a lo tradicional, como alguna cosa, alguna forma, no sé si exista algo en particular que digas desde la forma que tenemos de juntas que hacemos tal, o nos damos disfrazados de mago en la oficina…
VC: Bueno, para empezar, por ejemplo, nosotros los proyectos los definimos en tres, tenemos Golden, Diamante y Copperfield. Para empezar, los proyectos Copperfield son, por ejemplo, los tickets más grandes por ejemplo, entonces ese tipo de cosas lo hacemos, por ejemplo, el área creativa tiene siempre todas las semanas, tienen un taller de cómo presentar de manera diferente, entonces también eso es algo que han empezado a ejecutar muy cañón. Claramente siempre hay magia en la oficina, o sea siempre hay un momento donde digo, a ver, oigan, ¿quieren ver algo? Y entonces, a ver, a ver, ¿qué tal? Entonces, también está súper chido nuestro director creativo, Leo, es él también es mago, entonces él también hace magia, él también ha ido a operar eventos y ha hecho magia él también. Entonces, claramente hay una parte padre, sí, sí, está chido.
DB: Victor, ¿cuál ha sido uno de los peores consejos que te han dado?
VC: No, creo que he tenido muy buena suerte, creo que nunca me han dado un consejo que yo diga, híjole, no, no, o sea, eso sí, de plano nunca. Te digo, creo que mi abogado cuando me dijo endeúdate, creo que fue el peor, pero fue el mejor y fue como con las ganas de decirme, güey, aviéntate, ¿no? Pero creo yo que no hay malos consejos, creo que tienes que saber tener oídos para todo y saber que hay algo siempre que puedas aprender de lo más mínimo que haya. Yo siento que conforme vas avanzando, conforme vas teniendo como estas ganas de decir, ya estoy consolidado, ya facturo tanto, etcétera, siempre es cuando vienen más aprendizajes, entonces siempre hay que tener esa humildad para decir todavía tengo mucho que aprender.
DB: ¿Cuál ha sido uno de los mejores que te han dado?
VC: Yo creo que el mejor consejo que me han dado yo creo que fue el que me dijeran, güey, o sea, persigue sus sueños, o sea, esa frase de solo es capaz de realizar sus sueños aquel que cuando llega la hora sabe estar despierto, es para mí un mantra que no solamente siguió y culminó el show que hicimos en ese momento, sino también ha sido lo que ha llevado a Víctor a quien es hoy, ¿no?
DB: El título de tu libro, de Siempre Posible.
VC: Siempre posible, nunca imposible , ¿no? Vaya, y no lo platicamos, pero años después yo tuve la oportunidad de colaborar con David Copperfield, de trabajar con él, estuve dos semanas en su bodega, fui de las cuatro personas seleccionadas para curar una colección privada de artículos de magia, de mentalismo, de escapismo, de muchas cosas, pero artículos que pertenecieron a Harry Houdini, a Keller, o sea, y tuve chance de poder trabajar con el gurú, con la persona que yo dije güey, esta es la persona que yo tengo, que quiero, lo que me impulsó, ahora trabajar de la mano con él fue algo que dije güey, puta, entonces para mí es que no hay imposibles, o sea que la magia me ha dado ese gran consejo, o sea, la magia corre con esa gran metáfora, o sea, güey, lo que ves puede pasar, considera que no hay imposibles.
DB: A ver, también tengo que preguntar, ¿cómo llegaste a David Copperfield?
VC: Es una larga historia, Pero la versión corta es yo estaba con un maestro, hay muchas historias que tengo alrededor de David Copperfield, pero hay una en particular y es que yo estaba con con un maestro que se llama Jeff McBride, yo soy artista y estudiante recurrente de la Magic and Mystery School en Las Vegas, y que mucha gente dice, es como Hogwarts, no, no sé, hace cuenta así, pero no, es una academia en donde aprendes a hacer magia y a perfeccionar lo que haces, ¿no? Entonces yo ya voy a la clase de mentalismo desde hace ya diez años, y yo estaba con mi maestro, con nueve de mis maestros, y mi maestro estaba contratado por David Copperfield para hacer labores de historiador, porque hay muchos, o sea, David Copperfield para quienes no lo sepan, tiene un museo privado, escondido, o sea nadie sabe dónde está, en una bodega en Las Vegas, pero es un museo que tiene todo expuesto, o sea tiene artículos de Harry Houdini y todo se ha puesto así, entonces no es un museo al que puedas entrar, solamente puedes entrar por invitación de él, entonces vaya, quién puede entrar, pues es wey, es oro molido en las manos. Pude trabajar y seleccionar y curar cosas que pertenecen a su colección privada, y este maestro fue contratado por David Copperfield, entonces hubo un día en donde terminamos nuestro curso, y él recibió una llamada y yo vi en su teléfono David Copperfield y yo le dije wey, no, o sea, Jeff, entonces, literalmente estaba en el momento correcto con la persona correcta, Jeff le dijo a David este, oye, tengo un alumno aquí que está muy interesado en venir, este, en acompañarme porque David Copperfield trabaja en su museo de noche, David Copperfield es un vampiro, literalmente, o sea, es un cuate que no duerme horas seguidas, no duerme horas seguidas, será mi guru, pero está loco, o sea, está, pero es un cuate que trabaja, no duerme horas seguidas, duerme dos horas y vuelve a trabajar, duerme otras dos horas y vuelve a trabajar y así, entonces en las noches tiene otro staff que está trabajando con él y se desvelan a las cinco o seis de la mañana, toda una noche como si fuera fabrica, y entonces él compra colecciones históricas y esas colecciones las va ensamblando y las acomoda por el museo de cierta manera, pero reitero que es un museo privado, es el museo de él, y entonces le dijo, necesito tu ayuda a Jeff porque necesito ciertos artículos que no sé de dónde provienen y pues necesito que tú me ayudes, entonces Jeff es un cuate que tiene mucha experiencia y contactos para poderlo lograr, entonces le dijo, oye, tengo un cuate aquí, dijo, sí, tráetelo, entonces cuando yo llegué lo ayudé, lo ayudamos, cenamos pizzas con él y con otros dos historiadores y todo y fue güey, o sea, bizarro, ¿sabes? Así como de después de ver de verme a los once años, yo llorando de la emoción, viéndolo volar y decir güey, este va a ser mi camino para toda la vida ahora poder compartir un espacio con él y poder comer pizzas y cagarnos de risa de sus historias de niño, fue como no, o sea, güey, esto no puede creer, no lo puedo creer, ¿no? Y a partir de ahí David Copperfield le dijo a Jeff, oye, me gustó mucho el trabajo, o sea, trabajé muy bien con él, invítalo para que si quiere venga un par de semanas, entonces me dijo güey, ¿vienes? Y yo, sí, claro, fui un par de semanas y fui el más feliz.
DB: Qué chingón. Tengo dos preguntas más y con eso cerramos. Última pregunta, digo, penúltima pregunta, ¿libro, película, documental, serie que ha marcado un antes y un después en tu vida?
VC: Para mí Volver al futuro fue la película que marcó mi vida por completo porque yo creo que, en principio, porque fue una gran película, yo creo que es de las mejores películas que hay, ¿no? Pero segundo porque yo estoy ciertamente convencido de que hay forma en la que tú puedes moldear tu historia. Y siempre he creído que no necesitas una máquina del tiempo para poderlo hacer, o sea, creo que es, o sea, lo que estás haciendo ahora moldea tu historia y va haciéndose de cierta manera para poder ir llegando a buen puerto algo, tal cual, ¿no? Entonces, así tal cual es lo que, o sea, yo para mí, volver al futuro ha sido mi película.
DB: Perfecto. Última pregunta, de todo lo que has vivido tanto en lo personal como en lo laboral, has tenido un montón de aprendizajes. Si tuvieras que quedarte con tres aprendizajes que quisieras tener siempre presentes, ¿cuáles serían?
VC: El primero es que te tiene que apasionar tu trabajo. Si no te apasionas, no ganas. Ese sería el primero. El primero. Segundo es que tienes que ser honesto contigo y con las demás personas. Lo que te platiqué de este evento y todo me enseñó a que no puedes timarte a ti mismo. O sea, no puedes verte el pelo a ti mismo. Y si lo estás haciendo, o sea, lo vas a pagar tarde o temprano. Y tercero es que encontrar tu vocación no es algo que tenga que pasar a los 18 años. Yo tuve la gran fortuna de que la vocación la encontré cuando yo a los 11 años vi esta experiencia y dije esto es lo que yo tengo que hacer el resto de mis días. O sea, yo a los 11 años me di cuenta de eso. Yo tuve esa gran fortuna.
DB: Aunque no la seguiste al principio.
VC: Sí, tal cual. Pero hubo algo que me marcó desde el principio y dije, güey, esto es lo que yo quiero hacer. Y esto es lo que siempre estuvo claro en mí. Y eso es lo que más me apasionaba. O sea, la verdad es que lo me apasiona es el sorprender a los demás. Eso es lo que más me encanta. Entonces, eso para mí ha sido el el punto primordial. Y creo yo que a medida que pasa el tiempo, me doy cuenta que la vocación es algo que todos debemos descubrir en nuestra vida. O sea, no puedes pasar un día más si no has encontrado qué es aquello que te enciende, que te gusta, que te llama.
DB: O sea, ¿pero cómo lo encuentras?
VC: Yo creo que es una pregunta que yo no soy el indicado para responderlo porque finalmente reitero que yo tuve mucha suerte. Pero todo lo que te genere curiosidad, hazlo, güey. Todo. O sea, si te causa curiosidad cocinar, dices, métete a cocinar, güey. Hazlo. Y hazlo hasta el final. Llénate y atáscate de cocina. Si quieres, güey, es que me encanta la carpintería, güey. Hay algo, pero yo soy ingeniero, güey. No hay pedo, güey. Haz un mueble, güey. Haz algo. Pero yo creo que a veces estamos en una sociedad que, o sea, en principio estamos en una sociedad que la cultura vocacional siempre es o arraigada por los familiares. Ah, es que tu abuelo fue fundador de este despacho y como yo soy abogado, hijo, tú también serás abogado. O sea, eso pasa el día de hoy, ¿eh? Y hay gente que vive frustrada todos los días porque está pegada a una computadora o a un lugar que, en donde está porque, güey, le dijeron que ahí tenía que estar. O dos, estamos ante la, ante la cultura de, güey, a los 18 años ya tienes que ver qué vas a hacer todo el resto de tu vida, güey, porque si no, te friegas. Y yo creo que la vocación, hay gente, hay gente que es muy feliz con su trabajo, pero tiene vocación para ayudar a personas mayores los fines de semana. Y es feliz ayudando a gente mayor los fines de semana. Y su trabajo es un medio, nada más. Yo tuve la gran fortuna de que mi pasión, mi vocación, está alineada con mi trabajo. Yo creo que no tienen que ir de la mano. Pero el chiste es que tu vocación la persigas, güey. O sea, y puedes encontrar tu verdadera vocación a los 60 y decir, güey, yo no sabía que mi verdadera vocación era, cabrón, pintar, güey. Yo no sabía que la verdadera vocación que tenía era hacer un podcast. Era hablar con gente. No sé, güey, ¿sabes? Pero yo creo que eso es porque nos, o sea, se nos tapa la curiosidad. Dicen, no, güey, esto, no lo hagas. ¿Qué van a decir la gente, güey, güey? Tienes 60. ¿Qué vas a empezar a hacer ahorita? ¿Pintar? O sea, y creo que eso es, vivimos más para los demás que por nosotros.
DB: Gracias, Víctor.